Los hosteleros de Zaragoza acusan al Ayuntamiento de "criminalizarlos" en la nueva Ordenanza de ruidos

Seis asociaciones de hostelería de Zaragoza se han unido para criticar la nueva Ordenanza contra la Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Zaragoza. Aseguran que es una norma "mucho más restrictiva" que la autonómica, que busca "criminalizar" a sus negocios y para la que aseguran que nadie ha contado con su opinión al redactarla.

Zaragoza.- Seis asociaciones de empresarios hosteleros de Zaragoza se han unido en contra de la nueva Ordenanza Municipal contra la Contaminación Acústica del Ayuntamiento de Zaragoza. Critican que la nueva normativa "criminaliza" a los establecimientos de ocio, los hace responsables de incidentes en la vía pública sobre los que no tienen control y fija unos niveles máximos de ruido "imposibles" de cumplir.

Se trata de la Asociación Profesional de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, la Asociación Profesional de Empresarios de Hoteles y Restaurantes de Zaragoza y Provincia (Horeca), la Asociación Plataforma de Empresarios Hosteleros de Aragón (Apeha), la Asociación El Tubo de Zaragoza, la Asociación Aragón en Vivo y la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza.

La nueva normativa fija un nivel máximo de decibelios en el dormitorio de los vecinos de locales de ocio de 25 decibelios, rebajando en dos el actual límite de 27 que los hosteleros ya consideraban "muy restrictivo". El presidente de Aragón en Vivo, Pablo Cano, ha recordado que la normativa autonómica de 2010 establece este mismo límite en 30 decibelios y ha asegurado que 25 decibelios es un límite "imposible de cumplir" para cualquiera de los más de 4.000 establecimientos hosteleros de Zaragoza.

Las seis entidades, que representan las principales actividades del sector de la hostelería en la ciudad, han coincidido en que la actual normativa, del año 2003, "estaba obsoleta y debía ser adaptada". Sin embargo, critican la postura del Ayuntamiento al "no contar con ellos" a la hora de elaborar la nueva Ordenanza y reiteran su disponibilidad "para sentarse en la mesa" con Ayuntamiento y vecinos.

"Es grave y escandaloso que no se haya contado con nadie", ha expuesto Cano, para quien la Ordenanza es "un problema que afecta a todo el mundo" y debería ser dialogada no solo con ellos como empresarios, sino también "con la Federación de Barrios de Zaragoza, con los colegios competentes, con los técnicos o con los vecinos molestos".

Ruido en la calle

Las seis asociaciones han mostrado también su malestar por que la nueva normativa endurezca las sanciones a los establecimientos por el ruido o las molestias que se ocasionan en la vía pública. El portavoz de Asociación Profesional de Empresarios de Cafés y Bares de Zaragoza, José Luis Sanz, ha explicado que los propietarios pasan controles exhaustivos para cumplir con la normativa y cree que "no deben asumir las cargas que este proyecto normativo les impone".

"Es un problema de Orden Público, no de Urbanismo", ha afirmado Sanz, para el que la nueva Ordenanza convierte a los negocios en "policías de sus propios clientes, o de personas que solo pasan por su puerta sin ser clientes".

En ese mismo sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza, ha reclamado "un mayor esfuerzo" de la Administración para combatir prácticas ilegales como "el botellón, los lateros, las fiestas clandestinas o la venta de alcohol en establecimientos 24 horas", a los que considera causantes de estas molestias.