El desconocido del lago

A veces hay que salirse de la fila, dar un golpe en la mesa, ir contracorriente… frases hechas que describen, sin embargo, la reacción que tiene Mathieu, el protagonista de este estimable film francés ( otro más, una vez mas) que clausuro la edición del Festival de Cine de Valladolid de 2016. Ante la noticia de que su padre biológico ha fallecido en Canadá, decide que es ya tiempo de conocer a su familia y cruza el océano con ese empeño. Es una decisión rápida, tomada con seguridad quizás sin meditar en exceso las implicaciones que conlleva.

El director Philippe Lioret, conocido sobre todo por su obra “Wellcome” pero que yo personalmente descubrí allá por 1993 por “En tránsito”, ha tardado cinco años en ponerse detrás de las cámaras y lo ha hecho con esta intimista historia llena de excelentes actuaciones y que le valieron sendas nominaciones en la pasada edición de los Premios Cesars a su pareja masculina principal. El protagonista Mathieu vive en París, tiene su vida ya hecha e identificada a su familia. Aunque aparentemente la situación en la que se encuentra es propicia para provocar una ruptura y aventurarse a lo desconocido. Un matrimonio fracasado, aunque bien avenido, un hijo al que está entregado, un padrastro con el que no congenia y un trabajo anodino. Y por lo que se adivina, también cierto poso de soledad.

Mathieu aterriza en Canadá en busca de su familia de sangre. Lioret confecciona un melodrama ( que tiene poco de musical) de cocción lenta, planteando con calma la historia, añadiendo poco a poco los elementos que la conforman hasta construir un relato en el que la emoción fluye con naturalidad y sin incurrir en exceso melodramáticos. En realidad, casi estamos ante un thriller. Las circunstancias en la que su padre biológico ha fallecido, presuntamente ahogado en un lago, la ausencia de su cuerpo, el progresivo conocimiento de su familia canadiense y de los amigos de su progenitor, hacen que al final nos hallemos casi ante un film de intriga, en el que vamos descubriendo a la vez que el protagonista la historia que rodea a esos desconocidos, hasta el momento, que conforman el pasado y el presente de Mathieu.

Como he dicho, la música es incidental y la que suena es clásica por lo que no se intenta enfatizar la emoción como ocurría en el melodramas clásicos de Hollywood. Aquí pesan más las miradas de los personajes, que evolucionan a lo largo de la historia, fría y distante al principio, y calidad y cómplice al final.

Lioret cuestiona a la familia, esa que nos ha sido impuesta por la sangre y con la que debemos acarrear si o si. A veces es mas familia la que nos acoge por que si, por amor, amistad, que la que nos viene dada por filiación. La ultima parte del film esta llena de secretos, de lagrimas contenidas, de emoción palpable y de ciertos peligros también. No solo Mathieu sino todos los personajes con los que se encuentra tienen algo oculto en su pasado y en su presente que, al sacarlo a flote, ayudan a definir su propia historia.

La inesperada pareja masculina protagonista, compuesta por Mathieu y el mejor amigo de su padre canadiense, llevan el peso de la historia. Mathieu esta interpretado por Pierre Deladonchamps, conocido por su arriesgado papel en “El desconocido del lago”, aquel thriller en el que se pasaba la mayor parte del metraje desnudo; aquí su personaje se ve obligado a actuar para no desnudarse íntimamente y revelar quien es realmente ante su nueva familia. Gabriel Arcand es Pierre, arisco al principio ante la intromisión del extraño en su universo, y frágil y receptivo hacia el final. La guapísima Catherine de Léan, todo un descubrimiento, y Marie-Thérèse Fortin, asumen los papeles de hija y esposa de Pierre, dos roles que irán adquiriendo gran importancia y peso dramático a medida que la trama tome forma. Para los amantes del idioma francés, un placer escuchar y confrontar los diferentes acentos que separan al francés europeo del canadiense.

El hijo de Jean podría haber dado para un drama clásico pero prescinde de los recursos típicos del genero y opta por darle la forma del película de intriga, con extranjero que irrumpe en la vida de una comunidad, y al que rodea un misterio y un secreto, con un cadáver que no aparece, y una serie de pistas que conducen a la verdad, sin fanfarrias musicales para enfatizar el suspense ni el drama, consiguiendo un sutil melodrama cuyo ultima parte, una vez que todas las piezas encajan, resulta emocionante.

Texto: Luis Arrechea.

Lo mejor: Los últimos 20 minutos, llenos de contención. Los secretos que se revelan en el lago.

Lo peor: La película tarda un poco en coger fuelle.

Valoración:

Banda sonora: 6

Fotografía: 7

Interpretación: 8

Dirección: 7,5

Guion: 7,5

Satisfacción: 7,5

NOTA FINAL: 7,25