Huesca vibra con una exhibición de la Rojita ante Noruega en El Alcoraz (3-0)

Los jugadores de la Sub-21 celebran uno de los tantos en El Alcoraz
photo_camera Abel Ruiz ha anotado el segundo tanto de España. Foto: @sefutbol

Después de 19 años, la Selección Española sub-21 volvía al Alcoraz y la afición oscense disfrutó de lo lindo. Un tanto de Gragera, otro de Abel Ruiz y el último de Novoa dieron la victoria a una Rojita que se exhibió e hizo corto el 3-0 final en el amistoso ante Noruega. Tiene buena pinta este combinado nacional con perlas como los goleadores o Bryan Gil y Rodri.

Para el choque en El Alcoraz, De la Fuente apostaba por Leo Román en portería; defensa de cuatro formada por Arnau Martínez, Chust, Pacheco y Miranda; tres por delante en la zona ancha juntando a Gragera, Turrientes y Baena; ya en la zona más ofensiva, costados para Riquelme y Sergi Gómez, escoltando a Abel Ruiz. No iba a ser ni mucho menos un paseo el amistoso para la sub-21, con Noruega bien plantada en el césped y tirando de orden y físico para no dejar espacios en campo propio. Y atreviéndose a acercarse a Román.

De hecho, la más clara en el arranque la tuvieron los escandinavos en el minuto 12. Holm ganaba la espalda a los centrales, cuerpeaba y se plantaba ante el guardameta español, quien sacaba un gran pie para desbaratar lo que parecía el 0-1 claro. Intentaba despertar el cuadro local, sobre todo con Miranda y Riquelme en el lado zurdo. Fue el lateral el que se anotó el primer disparo de su equipo en el 26, con la derecha, muy desviado del arco defendido por Klaesson.

Y de ahí, vendaval rojo. Sergio Gómez dibujaba una asistencia perfecta a la espalda de los centrales, pero el cabezazo de Baena, bien ejecutado, se topaba con una mejor intervención del portero noruego. Se notaba gustándose en el que fue su césped de azulgrana con la S.D. Huesca. Y completamente desatado, Gómez también regaló un caramelo a Abel Ruiz, pero su control no fue el idóneo y, ya sin excesivo ángulo, el del Braga la mandaba a las gradas altoaragonesas en el 38.

Ya era por entonces una Selección mucho más reconocible, más dominadora y también, cuando Noruega lo permitía, más vertical. Apenas segundos más tarde fue Baena el que levantaría al público de sus asientos con una magnífica jugada individual que no culminaría Riquelme. Pero el premio, merecido, llegaría en ese mismo córner. Servicio de Baena desde la esquina, verbena defensiva noruega y entre Gragera y la zaga llevaban el 1-0 al electrónico del Alcoraz. Ventaja con la que se alcanzaría el ecuador.

SEGUNDA PARTE

Control de balón y calma parecían ser las máximas en una segunda mitad donde España introducía a Balde, que le disputa el puesto a Jordi Alba en el Barcelona. Una combinación maravillosa con Bryan Gil -otro recién ingresado- como protagonista, terminaba en un pase de la muerte sin rematador. Y llegaría el golazo español en el 50. Picadita brillante de Rodri para Bryan Gil, que de cabeza se la dejaba a Abel Ruiz para que controlase y lanzase un disparo que terminaba en el 2-0.

Una recuperación con pase rápido de Bryan Gil estaba a punto de terminar en remate de Rodri, pero la defensa noruega corregía allá por el 56 y el 2-0 se mantenía. Tampoco una jugada de Balde en el 60 terminaba en el 3-0 o Rodri en el mismo minuto, pero se veía que la Rojita disfrutaba sobre el césped. El dominio local era absoluto, con cambio de portería incluido, siendo Morro protagonista. Pocas ocasiones y mucho control.

Hubo una en el 75 de Balde, con un jugadón en línea de fondo y sin encontrar a Rodri. Tampoco vio puerta Bryan Gil tras dejar sentados a dos noruegos por la derecha. Sí que hubo susto a falta de diez minutos tras un malentendido entre Morro y Pacheco. Ocasiones españolas hubo de todas las clases con todos los jugadores ofensivos.

Y así, triunfo imponente de una Selección que coge forma y demuestra que está preparada para afrontar sus próximos compromisos. Porque Novoa se inventó el último -un latigazo que dejó anonadado a todo el estadio- para poner un 3-0 que se quedó muy corto. De la Fuente puede estar tranquilo. Pero, sobre todo, Huesca volvió a disfrutar de una fiesta nacional de fútbol con la Rojita.