El comité organizador del Descenso Internacional del Cinca, respaldado por informes negativos de los equipos y cuerpos de seguridad, y apoyado por clubs y federaciones implicadas en la competición, ha decidido cancelar el XXIV Descenso Internacional del Cinca, debido al bajo caudal del río a su paso por Fraga y Torrente de Cinca, y su llegada a Mequinenza. La decisión ha sido trasladada esta mañana en la rueda de prensa a la que han asistido el presidente de la comarca del Bajo Cinca, Marco Ibarz, el alcalde de Fraga, Santiago Burgos, el teniente alcalde de Torrente de Cinca Francisco Cervelló y el consejero de deportes comarcal, Héctor Alonso.
Marco Ibarz ha mostrado su tristeza por tener que tomar esta difícil decisión “muy a su pesar” y aconsejado por los cuerpos de seguridad y demás entidades, clubs y expertos. En esta situación, han comentado, no se puede garantizar “ni el buen funcionamiento de la prueba ni la integridad física de los participantes”.
Alonso ha asegurado que ha sido una decisión muy estudiada, muy debatida entre todos los implicados, que no se ha tomado a la ligera, y que hasta el último momento se ha mantenido la esperanza de poder seguir adelante. A su vez, ha agradecido el gran trabajo realizado por los distintos cuerpos, y la voluntad y predisposición con la que se ha afrontado. Por otro lado, ha indicado que se van a suspender algunas de las actividades paralelas englobadas en el marco de la prueba, tanto festivas como deportivas, tales como el trofeo nacional de pista, la fiesta de la espuma o la salida BTT, entre otras. La próxima semana se habilitarán los canales para la devolución de las cuotas de los inscritos.
En la última reunión de seguridad mantenida el pasado 10 de agosto en la que participaron bomberos de la Diputación de Huesca y de la Diputación de Zaragoza, agentes de la guardia civil y de tráfico, policía local de Fraga, agentes de la protección de la naturaleza, protección civil de la Comarca del Bajo/Baix Cinca y bomberos del Sercat, se puso de manifiesto el mal estado del río en todo su recorrido, debido al bajo caudal.
En la misma, los cuerpos de bomberos mostraron imágenes grabadas con un dron de esa misma mañana, donde se podía comprobar la proliferación de algas a causa de las altas temperaturas, y la gran cantidad de piedras que habían quedado al descubierto, así como algunas modificaciones en el recorrido del cauce del río.
Los responsables de la inspección informaron en ese momento que el caudal era de cuatro metros cúbicos, una cantidad “que resulta insuficiente para que el río genere corriente y arrastrar las embarcaciones de la modalidad popular”. Al bajar el caudal, afloran piedras que hacen peligrar la integridad de los palistas y de las piraguas, pues es fácil que se puedan romper o algún piragüista pueda dañarse al hacer porteo en el cauce.
Se pudo comprobar también que en los tramos en los que hay saltos, no se podía pasar con la piragua, y era necesario bajarse, con la peligrosidad que conlleva.
Desde la entidad comarcal y el comité organizador de la prueba, se solicitó este lunes a la Confederación Hidrográfica del Ebro que se estudiara la posibilidad de liberar agua de los embalses superiores, a lo que la CHE contestó declinando la solicitud, aludiendo a “la grave situación de sequía que está sufriendo todo el país”. |
Date de alta para recibir nuestros boletines directamente en tu correo.