Ranera critica el proyecto para iluminar Zamoray-Pignatelli por no atender los puntos conflictivos

La concejal ha criticado al responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, por no prestar atención a los vecinos
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Hay cinco calles, a juicio de la concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, a las que el plan para la mejora del entorno de Zamoray-Pignatelli no presta suficiente atención en materia de seguridad con la nueva iluminación. Son estas dos primeras, Miguel de Ara, Agustina de Aragón y la calle Cerezo, donde se colocarán 97 de las 596 luminarias proyectadas para toda la zona, una cifra que, para la socialista, se queda corta. Por ello, ha criticado al consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, y ha declarado que “hace los proyectos desde su despacho y no a pie de calle”, teniendo en cuenta las reivindicaciones de los vecinos. Y es que, según Ranera, “desatender” las preocupaciones de esas cinco calles es el principal debe de su proyecto. “Se van a poner casi 600 luminarias pero no donde las piden”, ha añadido. Además, ha señalado, “tampoco se contempla el soterramiento de cables” de la luz, que actualmente están colocados por las fachadas. Es otra de las medidas que ha pedido retomar, dentro de lo que debe ser un proyecto “de dignidad para la zona” y de “reivindicar los espacios urbanos” seguros. Al margen de los trabajos relativos a la iluminación, se ha puesto en marcha la compra de parcelas e inmuebles y la remodelación de dos manzanas. En primer lugar, la que compone la confluencia de Pignatelli, Cerezo y Zamoray, y otra entre Zamoray, Cerezo, Agustina de Aragón y Miguel de Ara. Las actuaciones se están llevando a cabo dentro del perímetro delimitado por la calle Conde Aranda, la avenida de Cesar Augusto hasta el paseo María Agustín, calle Madre Rafols, Ramón Pignatelli y los alrededores de la plaza de toros de la Misedicordia y la plaza del Portillo.

Los problemas de ruido llegan al Pleno

Lola Ranera ha recordado que el ruido, otro de los problemas vecinales tanto en esa zona como en el Casco Histórico, fue llevado este jueves al Pleno del ayuntamiento. Tras dos años de Covid, donde las terrazas han ganado espacio en el suelo urbano y los vecinos han “ocupado” la calle, llega el momento para la concejal de volver a la Mesa del Ruido. En 2019, antes de la pandemia, ya lo propuso el Justicia de Aragón. En torno a esta reivindicación, ha comentado, se debería “incorporar” al debate a los vecinos y sus asociaciones, hosteleros “y todos aquellos que tengan algo que decir sobre el tema”. Así, “entre todos”, se podría “actualizar y poner en marcha” la nueva ordenanza cívica.