Casi una veintena de rescates en un complicado fin de semana en el Pirineo aragonés

El helicóptero de rescates no ha dejado de funcionar durante el fin de semana
photo_camera El helicóptero de rescates no ha dejado de funcionar durante el fin de semana
Un total de 18 rescates han marcado el fin de semana en el Pirineo aragonés. La gran cantidad de intervenciones de los equipos especializados están relacionadas, en su mayoría, con lesiones físicas de los excursionistas y aventureros que en estos días llegan el norte de la comunidad, aprovechando el período de vacaciones. El primero de los rescates tuvo lugar sobre las 11:30 horas cuando un montañero que descendía del Pico Anayet (t.m Sallent de Gállego) junto a dos compañeros, se tropezó y sufrió una posible luxación de hombro que no le permitía continuar por sus medios. Se activó Greim Panticosa, Unidad Aérea de Huesca y Médico del 061, tras localizar y asistir al montañero se le evacúa a la Helisuperficie de Panticosa y se le trasladó al Hospital de Jaca. Se trata de un donostiarra de 29 años. El mediodía concentró hasta cinco intervenciones diferentes. El primero de ellos, recogía dos esguinces, ambos en dos personas menores de edad, que no podían continuar la marcha por culpa de los dolores. Ambos fueron trasladados al Centro de Salud de Benasque. Poco después, a las 12.20 horas, Poco después, en el Barranco de Mirabal, un barranquista sufría una fractura en la pierna tras un salto a una poza. Rescatado en helicóptero, fue trasladado hasta el Hospital de Barbastro. A las 13.30 horas, una montañera sufrió un tropiezo al mismo nivel y sufrió una posible fractura de tobillo. Con un apoyo total de la aeronave en la zona, se evacua a la accidentada hasta la Helisuperficie de Benasque. Un golpe de calor a las 14.00 horas, en el Collado de Salenques, fue el causante de la siguiente intervención de los equipos, que tuvieron que evacuar al enfermo hasta la Helisuperficie de Benasque. En este tramo, el último rescate importante fue el de un vecino de Bilbao de 62 años, que se había resbalado en el descenso de Monte Perdido hacia el Refugio de Goriz, sufriendo un importante golpe en la cara y en la cabeza. Fue trasladado hasta el Hospital de Barbastro en ambulancia, tras ser rescatado en primera instancia en helicóptero. Entre las 15.00 y las 15.30, otros cuatro rescates marcaron el ajetreado ritmo de trabajo de los equipos especializados del Pirineo aragonés. Dos golpes de calor, una lesión en la rodilla y otra en el tobillo obligaron a los distintos grupos a realizar las cuatro intervenciones. Todas estas actuaciones necesitaron, en primera instancia, del uso del helicóptero de rescate para acceder al lugar, antes de trasladar a los pacientes hasta los centros de salud y hospitales más cercanos. A las 15.50 horas, otro golpe de calor volvía a encender las alarmas en el Greim de Benasque, que evacuó hasta la Helisuperficie de Benasque al madrileño que había sufrido dicho golpe de calor en el Pico Estibafreda. Sobre las 16.10 horas, se recibió un aviso indicando que un senderista belga de 50 años se había caído y sufría una lesión de tobillo que le impedía continuar mientras realizaba el sendero Petramula-Espierba en el Valle de Chisagüés (t.m Bielsa). Se activa GREIM Boltaña, Unidad Aérea Benasque y Médico 061, tras ser localizada es evacuada hasta la localidad de Bielsa desde donde una ambulancia convencional la traslada al Hospital de Barbastro. Cerraron el sábado el rescate hasta la Helisuperficie de Benasque de una valenciana de 38 años que se encontraba en el refugio Cap de Llauset tras sufrir un golpe de calor. Poco después, a las 18.20 horas, de nuevo un golpe de calor era el motivo del rescate de un senderista barcelonés de 45 años. El Greim de Panticosa se desplazó hasta el embalse de Escarrilla, donde el excursionista detuvo su marcha. Por último, a las 19.30 horas, un montañero que bajaba por el PR HU 33 entre Cerler y Anciles solicitó ayuda al no poder continuar en con su paseo. Los equipos de rescate le trasladaron hasta Benasque, tras rescatarlo en helicóptero. El domingo, por otro lado, las actuaciones fueron muy reducidas. Los servicios de rescate solo tuvieron que intervenir en dos ocasiones. La primera de ellas, a las 13.40 horas, para asistir a una mujer accidenta en la localidad de Samitier, y la segunda, en torno a las 17.40 horas, para atender a un barranquista con una lesión en el tobillo y que no podía moverse por sus propios medios.