Teruel vuelve a sus Fiestas del Ángel pero sin el Torico

Imagen de archivo de una edición anterior de las Fiestas del Ángel.
photo_camera Imagen de archivo de una edición anterior de las Fiestas del Ángel.
Pocos, por no decir ninguno, de los miles de turolenses que disfrutaron este fin de semana del arranque de las Fiestas del Ángel pensaban que era posible celebrar las fiestas patronales sin la presencial del Torico. Así, sin la figura más emblemática de la ciudad de Teruel, volvieron unas festividades que muchos echaban de menos desde julio de 2019. Y es que la pandemia no ha dejado a nadie indiferente. Alguna mascarilla suelta por el casco histórico turolense recordaba que el coronavirus sigue por ahí, acechando. Pero en la mayoría de las caras iba la sonrisa por delante de la medida sanitaria estrella. Un hecho que ha confirmado las ganas de toda la sociedad turolense, y de todos sus invitados, de volver a disfrutar de unos días que están marcados en el calendario por todos los fiesteros del país entero. En la plaza del Torico, cierta normalidad. Si es que se puede decir esto si no está el emblema que da nombre a la plaza más importante de Teruel. Los animadores y músicos se dejaron el resto en conseguir que el público infantil tomase el centro de Teruel e hiciese del primer fin de semana de las fiestas suyo. Gigantes, cabezudos y giganticos formaron una gran comparsa, de una treintena de participantes, a la que los mayores no tuvieron más remedio que unirse, bien para acompañar a sus niños, bien para disfrutar del regreso de las fiestas. El centenar de pequeños que se hicieron con la plaza del Torico marcaron la puesta de largo de unas fiestas marcadas por su triunfal regreso y por la ausencia del animal más ilustre de Teruel. Aunque, como en todas las grandes ocasiones, hubo otro invitado de excepción: Segundo de Chomón se sumo a las fiestas al estrenar el Ayuntamiento un cabezudo en su honor, en homenaje al gran precursor de los efectos especiales en el cine.

Una plaza sin Torico pero con ganas de fiesta

Es inevitable echar la vista hacia arriba en estas Fiesta del Ángel. Sobre la columna, que ya ha regresado a la plaza del Torico, no está el objeto más reconocible de toda la provincia. Sin animal, hay fiesta, pero no es lo mismo. La extrañeza sigue reinando en Teruel ante lo sucedido el pasado 19 de junio, cuando la columna y el Torico se estrellaron contra el suelo a consecuencia de la retirada de las cuerdas que formaron parte del Congreso Nacional del Toro Ensogado, celebrado a finales de junio. Un hecho que convirtió a la capital del Bajo Aragón en noticia de todos los diarios y en misterio para todos los turolenses. Aunque esta pasada semana la columna ya ha vuelto a su posición, con una nueva estructura interna que refuerza su resistencia e intentará que este episodio no se repita nunca más, el Torico aún no ha vuelto a su lugar. Emma Buj, alcaldesa de Teruel, ha asegurado que el animal estará de vuelta, como tarde, este próximo miércoles, tras un preciso estudio que asegurará, además, si la escultura es la original o una copia, otra de las polémicas nacidas tras el accidente. Teruel ya se prepara para el sábado 9 de julio, momento en el que los peñistas volverán a escalar hasta la cabeza del Torico para colgarle el pañuelo que marcará el inicio real de las fiestas patronales. Un momento histórico, más que nunca: 2022 es la primera Vaquilla tras la pandemia y, además, la primera tras el gran susto del Torico. Que pase lo que Teruel quiera. Y que todo salga bien.