Antes de octubre podría estar lista la nueva norma que regula la celebración de grandes espectáculos. El decreto prohíbe la entrada de menores de edad a grandes recintos en los que se vendan bebidas alcohólicas, a no ser que vayan acompañados de sus padres o tutores legales. Otra de las opciones es habilitar un espacio separado en el que no se consuman estas sustancias. Un cambio importante que afectaría directamente al recinto de Interpeñas, uno de los principales afectados.
El aumento en el consumo de bebidas alcohólicas entre los jóvenes es un hecho y el Gobierno de Aragón tiene que tomar cartas en el asunto. Sin embargo, prohibirles la entrada a este tipo de eventos sólo provocará que los menores se queden a las puertas de los espacios haciendo cada vez más grande el habitual “botellón”. Hay que recordar que es fuera de las instalaciones donde se producen en torno al 90% de las intoxicaciones etílicas.
El control debe ser más estricto y también tienen que serlo las sanciones por la venta de alcohol a menores. Un seguimiento que ha de realizarse en las propias barras y no en la entrada de los espacios lúdicos.
Los promotores de los grandes eventos ya se enfrentan con suficientes complicaciones desde la subida del IVA como para tener que acometer más inversiones en segundos espacios destinados a albergar a los menores. Algo que, por otro lado, resultaría difícil de asumir si se trata de un concierto.
El Ejecutivo aragonés tiene ahora otras preocupaciones más importantes de las que ocuparse que modificar una norma como ésta. Y más con un borrador que no aclara si ayudará a prevenir el consumo de alcohol entre los jóvenes o supondrá un aliciente.