El Santuario de la Virgen de la Gracia de La Fresneda entra en la Lista Roja

Solo quedan en pie las paredes y los suelos, mientras los techos han colapsado
photo_camera Solo quedan en pie las paredes y los suelos, mientras los techos han colapsado
El conjunto de edificios que forman el convento de la Virgen de la Gracia acaba de incorporarse a la Lista Roja que elabora la asociación Hispania Nostra (https://listaroja.hispanianostra.org/) para llamar la atención de las administraciones correspondientes y frenar su abandono y deterioro. Debido a la monumentalidad de las edificaciones y del entorno, sería un reclamo turístico importante y podría ser de gran ayuda para frenar la despoblación rural de la zona. Ubicado a las afueras de La Fresneda (Teruel), presenta un estado de conservación malo. Solo quedan en pie las paredes y los suelos, mientras los techos han colapsado. La planta inferior de la hospedería está llena de escombros y vegetación. La iglesia no conserva ni la imaginería ni el retablo. Su fachada está amenazada por una grieta que ya ha desplazado la clave del dintel. Recientemente se han encinchado los jarrones de la fachada y se han puesto tirantes en una parte del muro sur de la iglesia. La iglesia y la hospedería han sido valladas. Pese a todo esto, está catalogado como BIC. El convento comprende un conjunto de edificaciones tales como hospedería, iglesia, edificios porticados, aljibe y pozo que se adaptan a la cavidad donde se encontró la imagen de la virgen. Del siglo XVI se conservan unos muros entre la hospedería y la iglesia y las construcciones porticadas al este. Estos restos de edificaciones en forma de L invertida forman un patio con el lado sur de la sacristía. Son edificios cuya base está construida con sillares y el resto con mampostería cubierta de yeso. Dos edificios tienen en sus entradas dos arcos de medio punto cada uno y otro tiene una gran puerta de medio punto. Junto a estos edificios, se encuentran un aljibe y un pozo. La hospedería, situada al norte del conjunto, se adapta a la cornisa de conglomerado llegando a los cuatro pisos en la fachada sur para maximizar el aprovechamiento de la luz solar. El edificio estaba cubierto por un tejado a dos aguas. La fachada principal, orientada al sur, carece de decoración y está rematada con una cornisa de ladrillo. La puerta de entrada es un arco de medio punto con un relieve sobre ella con el lema de la orden: Charitas, Arma Militae Nostrae. Está construida en sillares. En el interior, el suelo está cubierto de escombros y maleza. Los suelos superiores han desaparecido. Todavía se puede observar la separación de las celdas y la pintura a dos tonos blanco y rojo. Se comunicaban con la capilla de la Virgen por un paso interior. La iglesia es de planta basilical. Por las bases de los pilares cruciformes se deduce que era de tres naves, con un espacio central cuadrado, el crucero, que se cubriría posiblemente con una cúpula sobre pechinas. Las naves estarían cubiertas por bóvedas de cañón y lunetos, como corresponde al estilo arquitectónico. Al entrar en la iglesia, todavía se puede observar el arco que soportaba el coro. Las naves laterales conducen a la balma donde apareció la imagen de la Virgen como si fuese una girola. La decoración interior es muy sencilla y de estilo clásico. Con yeso se han imitado frisos, cornisas, roleos de laurel y capiteles compuestos y una entrada como un templo en la sacristía. Las paredes se pintaron en dos tonos. Un tono tierra para la parte inferior y los elementos arquitectónicos y blanco para el resto. La fachada, construida con sillares, se divide en dos partes. La parte inferior está dividida en tres cuerpos separados por dos falsas columnas de orden jónico y en la parte exterior dos pilastras de orden jónico también. La parte superior simula un templo clásico de dos columnas «adosadas» de orden corintio, que flanquean una hornacina con la imagen de la Virgen con querubines. A cada lado hay dos enormes jarrones ornamentales. En cada parte de la fachada hay un óculo decorado con una corona vegetal. La puerta de entrada es adintelada, decorada con una cabeza de querubín alado y ornamentación vegetal y un friso clásico.