El desprendimiento y caída de varios cascotes de la torre de Santa Leonor de la basílica del Pilar ocurridos este lunes por la tarde quedará finalmente en un susto. Tras una primera intervención en ese mismo momento por parte de los Bomberos de Zaragoza, se ha descartado que exista ningún problema estructural en el conjunto del edificio.
En cualquier caso, el Servicio de Inspección de Urbanismo junto al del Bomberos y los responsables de Patrimonio del Cabildo Metropolitano y también con la participación de la comisión municipal, provincial y autonómica de Patrimonio Histórico se va a empezar a hacer una evaluación "más sosegada" para conocer qué es lo que ha pasado. En un par de días se podrán conocer las primeras conclusiones.
"Lo primero que hay que transmitir es tranquilidad porque no hay ningún problema estructural ni nada que después de la primera intervención de bomberos ayer en la que se produjo un aseguramiento de la zona en la que se habían producido los desprendimientos haga peligrar la seguridad de quienes transiten por debajo del edificio ni de quienes visiten estos días el Pilar", ha afirmado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.
Pese a ello, se ha decidido crear una comisión para hacer una diagnosis del edificio. Está será coordinada por el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza y, en ella, participará también el Gobierno de Aragón. "Lo que queremos es evitar que en el futuro se produzcan estos percances que no por ser menores, dado el inmueble que es y el valor que tiene para todos los aragoneses, siempre genera más expectación", ha apuntado.
Por ahora habrá que esperar hasta ver el resultado del informe para determinar qué actuaciones hay que llevar a cabo. Sin embargo, al no existir ese problema estructural, los técnicos, han concretado desde el consistorio, no deberán trabajar con especial premura.
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