El Real Zaragoza firma las tablas ante el Burgos para consolidarse como rey del empate (0-0)

Los maños no pasan del 0-0 en un partido sin ocasiones. Foto: Real Zaragoza
photo_camera Los maños no pasan del 0-0 en un partido sin ocasiones. Foto: Real Zaragoza
Como ha venido siendo habitual esta temporada, el Real Zaragoza ha empatado. Esta vez ha sido el Burgos quien ha firmado el pacto, otro de los equipos que llegaba al final de temporada en la zona media de la tabla. El cuadro maño se mantiene en tierra de nadie, sin posibilidades de ascenso ni de descenso y con cinco partidos por jugarse. Eso sí, los aficionados zaragocistas desearían que el resto de enfrentamientos tuviesen algo más de vida. JIM elegía a Cristian para custodiar la portería, con línea de cuatro compuesta de Fran Gámez, Francés, Jair y Nieto. Zapater, Eugeni y Vada componían el centro del campo, con Bermejo y Borja Sainz como extremos. En punta, Álvaro Giménez buscaría la meta burgalesa. Pablo Valcarce, Andy o Matos eran los jugadores de referencia en el cuadro de Calero. Echando un vistazo al palco se dejaba ver el nuevo director general, Raúl Sanllehí. El cuadro blanquillo comenzaba el duelo algo dormido, con problemas para sacar el balón y con un Burgos preparado para aprovecharlo, aunque sin éxito en la ejecución. Los acercamientos, a excepción de una falta prolongada al corazón del área que blocaba Cristian, no suponían nada. Una jugada de Bermejo driblando a dos rivales y filtrando un pase dejaba solo a Álvaro, que no acertaba a ponerla para Gámez y el balón se iba a córner. Parecía el despertar maño a los cinco minutos. Los acercamientos comenzaban a sucederse, pero como antes el Burgos, más para tantear que para amedrentar. Con un visible equilibrio de fuerzas a partir de entonces y la misma tónica, se entraba en el minuto 23. Entonces Matos enganchaba una bolea desde fuera del área y, cuando se celebraba como el gol de la temporada, golpeaba en el palo de Cristian. Pasado el primer aviso serio visitante, Borja Sainz y Rubio veían tarjetas con apenas unos segundos de diferencia. Y al filo de la media hora volvía el Burgos a hacer de las suyas, con Francés resbalándose en el interior del área en el peor momento y sin saber aprovecharlo los de Calero. Pasaba entonces a ser el dominio zaragocista, con un Borja Sainz muy activo que en el minuto 42 dejaba sentados a dos rivales para, ya en el área, mandar el balón alto. Con ese dominio maño se llegaba al final de los primeros 45 minutos. Tranquila segunda mitad Un balón dentro del área ponía en aprietos a los maños en el minuto 55, pero Fran Gámez salvaba providencial. Y precisamente el lateral a punto estaba de llevarse el cuero en una jugada peligrosa que termina con dudosa falta. Francho y Narváez querían dar intensidad a un partido soso en detrimento de Zapater y Vada. Pero en una contra era Valcarce el que casi inauguraba el marcador en La Romareda. Respondían Borja Sainz y Bermejo, pero en ningún caso las opciones reales de marcar existían. Más madera para los maños: Puche y Sabin por Álvaro y Borja. Se llegaban a los 15 últimos minutos con la losa del 0-0 definitivo rondando el cielo del Municipal. Y una mano dentro del área burgalesa podía decantar el partido, pero el VAR no corregía al árbitro y nada cambiaba. Previamente, además, Matos fingía un golpe que nadie supo a qué correspondía y la decisión salomónica consistía en seguir. Por cierto, Medina remataba solo de cabeza un balón al corazón del área y temblaba la portería de Cristian tras golpear el travesaño. Poco más se vio en una Romareda que, dicho sea de paso, presentó una señora entrada para tratarse de un partido que apuntaba a ser de trámite. El cuadro maño se consolidaba como rey del empate tras volver a hacerlo en La Romareda ante el Burgos. Los de Juan Ignacio Martínez llegan a las últimas jornadas sin nada que jugarse y pensando en la próxima campaña.