Zaragoza vuelve a venerar la figura del Cristo de la Cama en un Santo Entierro lleno de emoción

El buen tiempo ha acompañado a las cofradías en el Santo Entierro. Foto: Laura Trives
photo_camera El buen tiempo ha acompañado a las cofradías en el Santo Entierro. Foto: Laura Trives
Emotiva, devota, pasional, ruidosa, antiquísima. La Procesión del Santo Entierro de Zaragoza ha vuelto a la calle tras el parón por la pandemia. El desfile, posiblemente, más largo del país y uno de los más antiguos, salía de nuevo este Viernes Santo desde San Cayetano para recorrer el centro de la capital aragonesa. Una multitud de personas -una vez más como en cada una de las procesiones de esta Semana Santa 2022- ha salido a venerar y rendir tributo a todos los misterios del Vía Crucis, y al Cristo de la Cama, el paso estrella de la celebración del misterio, la pasión y la muerte de Jesús en Zaragoza. Una imagen que podría datarse de finales del siglo XV y que fue la única que sobrevivió a los Sitios de Zaragoza con la invasión napoleónica. Al igual que muchas de las tallas de la Semana Santa zaragozana, es propiedad de la Muy Ilustre, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Madre de Dios de Misericordia, organizadora de la procesión del Santo Entierro que se ha celebrado este viernes en la capital aragonesa. El ruido lo han puesto los miles y miles de tambores, bombos, cornetas, carracas y matracas que han sacado a relucir, bajo un sol espléndido, las 25 cofradías de Zaragoza, desde la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén hasta la Real Hermandad de Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo, que ha sido la encargada de abrir la procesión. Alrededor de 16.000 cofrades han participado, además de una representación de la corporación municipal encabezada por el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón. El desfile ha partido desde la Iglesia de Santa Isabel de Portugal, donde también finaliza, pasando por la calle Manifestación, las murallas romanas, la calle Salduba, Alfonso I, la plaza del Pilar y La Seo, también por la plaza de San Bruno. Además, recorre las calles Sepulcro, San Vicente de Paúl, Mayor, Refugio, San Jorge, San Vicente de Paúl, Coso, Santa Catalina, la plaza de Los Sitios, calle Costa, la plaza Santa Engracia y descenderá por el paseo de la Independencia. Las calles Albareda, Bilbao y Casa Jiménez para seguir por Espoz y Mina eran los últimos escollos para, nuevamente, atravesar Manifestación y acabar de nuevo en San Cayetano. Pero el Viernes Santo no acaba aquí. A partir de las 0.00 horas o, en su defecto, a la finalización del Santo Entierro, la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores saldrá a la calle para celebrar la Procesión de la Soledad, con un silencio que se transforma en el ruido de las marchas lentas de la sección de tambores y bombos, dando fin así a un Viernes Santo, de nuevo, muy emotivo.