La problemática, especialmente la financiera, relacionada con Seguridad Social y Pensiones es debate de permanente actualidad con múltiples reformas desde que se creó la Seguridad Social y se ideó el Estado del Bienestar “Welfare State”, siendo la Seguridad Social y las Pensiones un pilar fundamental.
La Seguridad Social y, en particular la problemática de las Pensiones, puede abordarse desde muy diversos ángulos y pareceres, tal y como cualquier relato, historia, temática, tal y como señaló brillantemente Zola, también Ortega y Gasset. Ya no sólo estamos pensando en cuestiones de tipo ideológico, sino enfoques desde la perspectiva de la Historia, del Ordenamiento Jurídico, también el entramado institucional y otros enfoques. Desde mi perspectiva, quizás sesgada, lo más relevante es la perspectiva financiera con una visión lo más objetiva posible, realista y crítica a favor de la sostenibilidad de las Pensiones y la solidaridad intergeneracional, siendo el empleo, estable, de calidad y bien remunerado, la “madre de todas las batallas financieras”.
Causa cierto estupor, algo de tristeza y honda preocupación que no aprendamos de las lecciones de la Historia, tal y como señalo, junto con mi coautor Dr. Rivas, economista e historiador, en nuestra reciente obra “Fraude, Codicia, Ignorancia. Las burbujas financieras en los mercados”.
Con el tema de la Seguridad Social y las Pensiones en particular hay dos visiones muy confrontadas y pendulantes en la alternancia política y en la legislación, con notables repercusiones para la planificación fiscal, el ahorro, la inversión y los mercados financieros. No debería ser tan difícil llegar a acuerdos interlegislaturas al estilo de lo que hicieron los suecos en la década de los 90, o los alemanes en tiempos más actuales con el entendimiento entre las dos grandes fuerzas SPD y CDU.
En definitiva, desde las Finanzas, la Seguridad Social es viable en el corto plazo. En el largo plazo las tendencias demográficas (la natalidad, esperanza de vida), la situación del mercado de trabajo (paro, bajos salarios y entrada más tarde al mercado laboral), así como otros factores la hacen inviable financieramente proyectando tendencias actuales a futuro si no se realizan determinados cambios paramétricos y no paramétricos. En ello se concentran las diversas reformas que se han realizado y se siguen realizando, pero el problema es que se hacen sin consenso entre las grandes formaciones políticas clásicas, por lo que teniendo en cuenta los ciclos políticos más que evidentes históricamente y que seguirán en el futuro, la inestabilidad jurídica, financiera y fiscal es palmaria y evidente.
