Los peritos creen que el joven que ahogó a su novio en Alcañiz no iba tan ebrio y sabía lo que hacía

El acusado ha escuchado a los peritos médicos en la Audiencia Provincial de Teruel
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Los médicos del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que realizaron un análisis psicológico al joven acusado de ahogar a su novio en Alcañiz en 2020, han declarado que no iba tan alcoholizado como contó el lunes debido a que pudo en el momento del crimen “realizar llamadas telefónicas, es capaz de realizar una actividad motora muy intensa como salir de una piscina por si mismo”. Por lo tanto, ven “incompatible con una intoxicación de tal envergadura que no se comprenda la ilicitud de los hechos”. Este miércoles ha tenido lugar la tercera sesión del juicio a Jorge Joaquín M.M. acusado de ahogar a su novio tras una discusión en una finca de Alcañiz en el verano de 2020. El procedimiento comenzó el lunes con la declaración del acusado que dijo no recordar nada de lo ocurrido debido a la ingente cantidad de alcohol y marihuana que había consumido. El martes fue el turno de los testigos y hoy se ha continuado con los forenses médicos que realizaron el levantamiento de cadáver, la autopsia y un análisis del estado psicológico del acusado. Los forenses médicos han declarado que la víctima sufrió hasta 24 lesiones por todo el cuerpo como acto de zafarse de la agresión. “Las lesiones se produjeron de movimientos con el ánimo de eludir la agresión y de la sujeción”, ha explicado uno de los forenses. Entre estas marcas, también se encontró un mordisco en el antebrazo derecho. Otras de las marcas que desveló la autopsia fue cómo fue estrangulado “a lazo” con un elemento alargado que, podría corresponder según han dicho, al collar que llevaba ese día el acusado. Por último, los forenses han explicado a los miembros del jurado que la víctima fue sumergida con vida en la piscina y allí fue ahogada, debido a que encontraron restos acuosos en su estómago, gesto de que tragó conscientemente agua. Otro de los hechos importantes en esta sesión ha sido la de que los forenses han considerado que la afección motora que sufría la víctima desde niño junto al consumo de alcohol y marihuana “podría haber afectado a la capacidad de zafarse de la agresión”. Elemento clave para las acusaciones que consideran que el acusado se valió de la vulnerabilidad de su novio para acabar con su vida. Los doctores del IMLA que analizaron psicológicamente a Jorge Joaquín M.M. tras lo que ocurrió y han declarado que con esa entrevista “no quedó acreditado una intoxicación alcohólica”. Ya que, según creen los forenses, pudo ese día “realizar llamadas telefónicas, es capaz de realizar una actividad motora muy intensa como salir de una piscina por sí mismo”.