Seis lugares únicos que no esperabas encontrar en el subsuelo de Zaragoza

Cloaca del Palacio de los Morlanes
photo_camera Cloaca del Palacio de los Morlanes

Hace muchos años, cuando Zaragoza era Caesaraugusta y el Teatro Romano y el Foro brillaban en la superficie de la ciudad, una extensa red de cloacas y de pasadizos comenzaban a forjarse unos cuantos metros por debajo del suelo. Algunos de ellos han llegado hasta nuestros días, mientras que de otros solo tenemos unos resquicios. Desde cloacas bajo majestuosos palacios hasta la primera caballeriza del siglo XVI que perdura en nuestra ciudad pasando por pasadizos que quedan ocultos en una conocida casa de vinos. Hoy descubrimos seis lugares únicos que no esperabas encontrar en el subsuelo de Zaragoza.

1. Cloaca del Palacio de los Morlanes

En el año 14 a.C se fundó la colonia romana de Caesaraugusta, mientras se estaba diseñando el sistema urbanístico ortogonal se configuró la gran red de cloacas y a lo largo del siglo I ya estaba terminada. Existieron cuatro sistemas de cloacas y la del Palacio de los Morlanes correspondía con el sistema central, es decir, la zona que ocupó la muralla romana. Estos sumideros se ubicaban bajo el nivel de las calles o bajo los grandes edificios públicos.

La cloaca bajo el Palacio de los Morlanes se descubrió durante el proceso de restauración de la fachada. En el sótano del palacio había una galería que era la cloaca y esta transcurría pegada a la fachada. Durante la edificación del palacio en el siglo XVI emplearon la cloaca como depósito de materiales constructivos y como cámara de aireación de los cimientos del edificio.

Cloaca del Palacio de los Morlanes

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2. Cripta de Santa Engracia

No es la Virgen del Pilar, ni tampoco San Valero, pero también es una de las patronas de Zaragoza. Olvidada y desconocida por muchos, Santa Engracia fue martirizada en el siglo III d.C. y, precisamente, su cráneo es una de las reliquias que se encuentran en la cripta que se construyó al inicio del siglo IV para rendirle culto a ella y a sus dieciocho compañeros.

Cripta de Santa Engracia

A este recinto llegamos a través de unas escaleras a las cuales se accede desde la basílica. Al bajarlas, observamos una gran escultura en piedra de Santa Engracia y, bajo ella, se encuentran los hallazgos arqueológicos del baptisterio de planta hexagonal y la pila bautismal descubiertos en 2008.

En 1814, y gracias a la cuestación ciudadana, se comenzaron las obras de reconstrucción de la cripta hasta culminar en 1819. El aspecto que presentaba y que ha llegado hasta nuestros días es el siguiente; iglesia de cinco naves con bóvedas rebajadas y separados los tramos por pilares cuadrangulares. Durante las labores de desescombro aparecieron sepulcros y restos de mártires. Más adelante, y debido a las humedades provocadas por la proximidad del río Huerva, la cripta tuvo que ser restaurada de nuevo en 1991.

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3. El barrio africano bajo Independencia

El paseo de la Independencia es una de las vías más populares de Zaragoza y todo el mundo se ha perdido alguna vez por sus tiendas y bares y callejeando por todos sus rincones. Pero lo que quizás no sabías es que bajo sus baldosas y suelo empedrado vivió una antigua tribu del norte de África, los Sinhaya.

Allá por el siglo XI comenzó el máximo esplendor y desarrollo de la época musulmana. La ciudad musulmana de Saraqusta empezó a quedarse sin espacio intramuros, por lo que tuvieron que construirse nuevos barrios. Tras la conquista cristiana en 1118, esta zona de Sinhaya pasó a llamarse la Morería ya que aquí era donde establecieron sus casas los musulmanes una vez fueron expulsados de la medina.

Un barrio subterráneo del que todavía puedes conocer mucho más.

4.El albergue, vivienda de un Inquisidor

El inquisidor mayor del Reino de Aragón, Pedro Arbués, vivió en un edificio que tiene una singular bóveda. Esta bóveda no es otra que la del Albergue de Zaragoza, donde ahora se celebran conciertos y espectáculos y también unos metros por arriba, donde los huéspedes transitan por los pasillos o disfrutan en el patio.

Cuatro metros y medio por debajo de la recepción del albergue actual y bajando por una escalera flanqueada por ladrillo y piedra se encuentra la sala de la bóveda. Cuenta la leyenda que este era el lugar en el que Arbués practicaba los más crueles castigos con los presos, como el emparedado. Sin embargo, hoy sabemos que no es cierto y que, probablemente, la sala de la bóveda fuera el espacio de la vivienda que hacia las veces de refectorio, esto es, el comedor.

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5. La única caballeriza del siglo XVI: Real Maestranza de Caballería

Es muy probable que las casas del casco histórico de Zaragoza contasen con caballerizas. Verlas en la actualidad no será fácil y es que la mayoría han desaparecido, pero si uno pasea hasta el centro de la ciudad podrá ver unas intactas del siglo XVI en un edificio único: la sede de la Real Maestranza de Caballería.

La que fue la casa de Miguel Donlope, uno de los mejores juristas de Zaragoza con una gran posición económica y social, es la actual sede de la Real Maestranza, y su caballeriza ha llegado hasta nuestros días con un excepcional estado de conservación. Todo es original a excepción del acceso (existía una rampa muy empinada que fue sustituida por una escalera) y de un arco que da acceso al segundo espacio de las dependencias.

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6. El subsuelo del Gancho: Bodegas Perdiguer

Si uno pasea por el barrio del Gancho, concretamente por la calle San Pablo, quizás no haya reparado en ese vistoso establecimiento que acumula cientos de botellas de vino y que se llama Casa Perdiguer.

Aparentemente es un negocio vinícola al uso; eso sí, antiguo pues fue fundado en 1907 por el bisabuelo del actual propietario, Juan Carlos Perdiguer. Sin embargo, su secreto se halla al bajar las escaleras que tiene en su interior, donde se puede recorrer un pasadizo y una auténtica bodega de esas que conectaban los palacios renacentistas de Zaragoza.

En cuanto a esta bodega, según los estudios realizados por los técnicos, se puede fechar en el siglo XVII. Es bastante probable que durante los primeros años del siglo XIX estuviese conectada con la bodega contigua, actual Sótano Mágico, aunque, a día de hoy, cada una funciona de manera independiente.

¡Aquí más sobre esta asombrosa bodega!