Opinión

Metaverso

¨Meta¨ (más allá) y ¨verso¨ (alternativa al universo), se define algo así como ¨más allá del universo¨. Básicamente es un espacio de unión del mundo físico y del mundo digital, creando la sensación de un universo paralelo. El metaverso permite ¨traspasar¨ fronteras y pantallas para vivir experiencias en nuevas dimensiones.

De nuevo la pandemia se convierte en protagonista y en aceleradora. Los confinamientos han propiciado el buscar nuevas experiencias y sensaciones para salir virtualmente de nuestras casas. Ha logrado potenciar el metaverso, integrar tecnologías ya existentes como el internet, la realidad virtual, la realidad aumentada, las tecnologías visuales y multimedia, la inteligencia artificial…

En septiembre de 2017, tras un viaje a San Francisco, ya escribí y publiqué sobre ¨Las nuevas realidades, la artificial y la aumentada¨. A modo de recuerda: Por realidad virtual, se entiende la creada artificialmente, y que permite con el uso de nuevas tecnologías, simulaciones creando nuevos entornos independientes del mundo físico en el que vivimos, generando escenarios inmersivos y de apariencia real. La realidad aumentada da un paso más e incrementa la capacidad humana.

Es como un asistente virtual, mezcla los lugares reales con objetos y símbolos creados por ordenadores o dispositivos tecnológicos. Concretando, la realidad virtual genera entornos virtuales no reales y la aumentada combina elementos virtuales y reales, se interactiva en tiempo real. En consecuencia, y en mi opinión, el metaverso ¡da otro paso! Un paso o pasos digitales, revolucionarios o, como dicen los modernos, disruptivos. Se podrá generar ¨nuestro yo digital¨ dentro de ¨espacios virtuales¨.

Con el metaverso podremos ver casas, coches, ciudades, terrenos, arte, muebles, espacios naturales… de forma digital desde nuestras casas. Podremos viajar a nuestros espacios soñados de forma virtual. En Fitur, ya se ha podido disfrutar de diversas aplicaciones.

Si permite ¨jugar¨ entre el mundo real y el mundo digital… ¿Se trata de un gran videojuego? Creo que es mucho más que un ¨videojuego¨. Las posibilidades que ofrecerá el metaverso son enormes. Entre otros aspectos se convertirá en una gran especie de mercado que identificará necesidades, preferencias y tendencias al permitir trasladarse desde el mundo real al mundo virtual y viceversa.

No sólo se podrá jugar y disfrutar, se podrá reunirse y trabajar… Se podrán hacer negocios. ¿En qué medida afectará al mundo económico y financiero? ¿Será la consolidación de las monedas virtuales y criptomonedas? Indudablemente cambiaran las formas de interactuar de entidades y clientes, la tecnología blockchain lo va a facilitar.

¿Cuál será su impacto económico? Desde que empezó a interesarme el tema he podido leer muchas opiniones, aportando cifras que creo no merece la pena aventurarse. Mi convencimiento es que se moverán cifras realmente impresionantes. Se desconoce lo que generará, pero ya se conocen las cifras importantes que están gastando e invirtiendo grandes compañías para posicionarse en esta campo. Microsoft ha anunciado recientemente un acuerdo millonario para hacerse con Activision Blizzard, una de las principales compañías de videojuegos del mundo. La compra/inversión… 68.700 millones de dólares (59.000 millones de euros).

No faltarán retos y riesgos. Pensando en retos, sin duda afectará a muchas actividades, pero no quiero olvidarme y pensar en qué medida puede afectar al trabajo, a la educación, a la formación, principalmente a la universitaria. Y pensando en riesgos, ¿Cómo se tratarán los principios éticos y la libertad digital? Habrá que prestar mucha atención al tema de la seguridad. La Ciberseguridad seguro es una materia digna de estudiar y que ofrecerá muchos puestos de trabajo.

Este nuevo avance tecnológico (que no deja de ser la unión y aprovechamiento de características de otras ya desarrolladas), al igual que a ustedes me genera varias reflexiones. Una, si es tan completa y nos permitirá estudiar, trabajar, hacer negocios, reunirnos, viajar, disfrutar de experiencia y sensaciones, jugar… ¿Podremos llevar vidas paralelas? ¿Vidas sin límites? ¿Nos convertirá en consumidores antes que en ciudadanos?