Opinión

Salve cariño

Solo una persona más de una época de apuesta por la vida como buenamente se puede. Fragmento de gota de rayo de sol es nuestra existencia. Una ínfima parte del pensamiento mental surgido desde el corazón.

Y así es como pasan los días con sus segundos instantáneos, que se diluyen en el tiempo provocando el borrón de lo pasado que ya no vuelve, y suscitando una especie de esperanza que trina colores un tanto amables.

Momentos que al instante se disuelven en un presente que respiramos bajo el sueño de los acantos, al lado del peregrinaje de cada uno en su río, bajo la fe de los cielos y el arte de los pasos sobre la tierra, que todo lo perdona.

Regalos que brillan entre la luz de las miradas que se observan. O, simplemente se distraen atentas en contemplar objetos, individuos, edificios, animales, paisajes, etcétera.

Dedicación a la plenitud literaria, que son nuestros actos y palabras que empujan hacia adelante, ayudando en el proceso del sufrimiento humano que nos acecha ahogando lo entrañable cuando al destino le place jugar a los dados para reírse en un rato de diversión.

Amargura y congoja, agonía cotidiana cuando queremos atrapar lo que se escapa y evita el regreso de un motivo alucinante.

Reflejos oníricos que nos creamos entre canciones más o menos dramáticas. Y es que los esperpentos no solamente nos persiguen en las pesadillas, sino cuando tenemos los ojos bien abiertos incluso.

Menos mal que ahí están los cariñogramas que nos abrazan las alas para salvarnos del infierno en el que a veces sucumbimos sumergiéndonos en una esclavitud inmersa de dolor innecesario.

Pequeñas glorias que lucen entre la perfección de un logro acontecido, avance de lunas que se unen entre baladas que enamoran y leyendas en el fuego de los vientos prósperos.

Mitos que renacen desde los bocetos de antaño, ancestros que nos protegen y que velan por nuestro cambio hacia nosotros mismos.

Origen primero del alfa hasta la nueva omega restituida en una resurrección que actualmente anda descongelándose, estando entre brotes de tragos primaverales.