La provincia de Huesca encara un mes de enero con previsiones optimistas para las próximas semanas. Pese a que habitualmente eran unos días “flojos”, el sector confía en estirar los buenos datos del comienzo de año y afianzar la recuperación tras la pandemia, esperando que estas lecciones sirvan de “aprendizaje” para mejorar los servicios en el futuro.
Así lo ha expuesto la vicepresidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Huesca, Anabel Costas, que cifra en un 40% la ocupación hotelera en toda la provincia durante las Navidades, aunque elevándose hasta un 65 o 70% en el Pirineo y llegando hasta el 90% a pie de pista. “Han estado bien, pensando de dónde venimos, de unas Navidades con las estaciones cerradas. Peor que eso no puede haber nada más, con lo que todo lo que ha pasado este año ha sido bueno”, ha señalado.
De hecho, desde el sector dividen estas fechas festivas en un primer bloque “descafeinado” desde el 26 al 30 de diciembre y otro con días “muy buenos”, entre el 1 y el 4 de enero. “La gente dejó libre el día 31 para evitar aglomeraciones. Después, se fueron a pasar la noche de Reyes a su casa”, ha destacado Costas, añadiendo que las reservas de ultima hora han ayudado a sobrellevar las cancelaciones por la Covid-19.
Además, la modalidad del turismo también ha cambiado, con grupos más pequeños y, generalmente, familias o convivientes. “Siempre apelamos a la individualidad de cada uno para cumplir las normas sanitarias. La gente es muy razonable. Igual viene alguien preguntando por una mesa para 18, pero, en líneas generales, han sido grupos más pequeños”, ha puntualizado la vicepresidenta de la asociación turística de Huesca.
Una adaptación que, ha asegurado Costas, servirá para “crecer en excelencia” y mejorar el servicio que se ofrece a los turistas. “Todo esto nos hace más fuertes y nos hará mejorar en calidad y sostenibilidad. Nos vendrá bien para siempre. Es un aprendizaje para el futuro”, ha añadido Costas.
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