Cuando en Zaragoza se montó el Belén

Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.
Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.

Siempre hubo un momento en el que la tradición no fue tradición sino novedad. Y así hubo de serlo cuando a San Francisco de Asís se le ocurrió reproducir, en una misa del Gallo de 1223 en la pequeña localidad de Greccio, la escena del nacimiento narrada por los Evangelios de Lucas y Mateo.

Aquel fue un Nacimiento viviente hecho por y para personas creyentes, respetando la narración de las Escrituras en las que se mostraban las carencias a las que se tuvo que enfrentar la Sagrada Familia.

Nada tiene que ver aquella representación primitiva con las que podemos ver hoy en las que el portal ha dado paso a todo un pueblo escenificado en las escalas más variadas, expuesto en instituciones privadas o en la vía pública.

La costumbre de que el Ayuntamiento de Zaragoza, en solitario o en colaboración con otros organismos, coloque un Nacimiento en un espacio ciudadano para que todos los viandantes puedan disfrutarlo tiene apenas 60 años, aunque hay datos de que mucho antes ya existían este tipo de recreaciones por parte de compañías de teatro, previo pago, eso sí, como una fechada en 1823, en la que había funciones en la calle del Temple número 28, manifestando un Belén representado por figuras de movimiento, adornado de decoraciones, transformaciones, trasparentes, movimientos y fuegos líricos y píricos. O en 1835, cuando en el arbellón de la Virgen del Rosario núm. 44 se representaba otro con figuras móviles de cuya buena ejecución se prometía su autor quedarían satisfechos los espectadores que se dignaran honrarle. Y todo al módico precio de un real de vellón.

Paseo de la Independencia, primer Belén público que el Ayuntamiento de Zaragoza adecuó para que la ciudadanía pudiera visitarlo desde el exterior.  Gerardo Sancho. 1960. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1-0004409
Paseo de la Independencia, primer Belén público que el Ayuntamiento de Zaragoza adecuó para que la ciudadanía pudiera visitarlo desde el exterior. Gerardo Sancho. 1960. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1-0004409

El primer montaje de un Belén en la vía pública en Zaragoza tuvo lugar en las Navidades de 1960, quizá como último homenaje a un paseo de la Independencia que iba a cambiar radicalmente de aspecto al año siguiente, enclave en el que se construyó una monumental representación que abarcaba unos 1.000 m² con un coste de 25.000 pesetas y en la que no faltaba ningún detalle, en un amplio espacio rectangular situado entre las calles de San Miguel y de Zurita, frente al Cine Coliseo. Junto al tradicional portal había pueblos, un río con sus puentes, ovejas, pastores, campesinos…, pero se incluyó también un detalle autóctono en forma de arco triunfal reproduciendo la portada del palacio de los condes de Morata, con sus gigantes incluidos. Para tal despliegue de personajes y decorados, el Ayuntamiento contó con la colaboración de la Obra Sindical "Educación y Descanso" y la Delegación de Juventudes. Inaugurado el 18 de diciembre, fue su primera y única presencia en esa ubicación.

Paseo de la Independencia. Belén municipal en el que aparece una recreación de la portada del Palacio de los Condes de Morata  flanqueada por los gigantes Hércules y Teseo. Al fondo, el Cine Coliseo. Gerardo Sancho, 1960. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0110359
Paseo de la Independencia. Belén municipal en el que aparece una recreación de la portada del Palacio de los Condes de Morata flanqueada por los gigantes Hércules y Teseo. Al fondo, el Cine Coliseo. Gerardo Sancho, 1960. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0110359

Aunque la grandiosidad de este de 1960 se queda pequeña frente al que el Ayuntamiento, nuevamente junto a Obra Sindical "Educación y Descanso", construyó en el solar del Cuartel del Carmen en las navidades de 1961, en un solar de 6.000 m², suficiente para albergar a cuatro poblados, un enorme lago de 2.000 m² de superficie, césped natural, arroyos, puentes, acueductos y caminos transitables, inaugurado el 23 de diciembre, conjunto dotado también de una plataforma lateral para que el público, además de pasear por su interior, pudiera tener una vista general de ese paraje de Palestina reproducido en Zaragoza por don Manuel Rodeles Giménez, quien mereció por su trabajo reconocimientos públicos y privados.

Plaza de España. Fotografía tomada desde uno de los balcones de la Diputación Provincial. El Banco Hispano Americano y los porches del paseo de la Independencia sirven de fondo al Belén instalado en esa ubicación hasta 1970. Gerardo Sancho. 1965. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0020286
Plaza de España. Fotografía tomada desde uno de los balcones de la Diputación Provincial. El Banco Hispano Americano y los porches del paseo de la Independencia sirven de fondo al Belén instalado en esa ubicación hasta 1970. Gerardo Sancho. 1965. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0020286

Siguiendo con su recorrido por distintas zonas de la ciudad, en la segunda mitad de la década de los 60 el Belén municipal encontró un lugar donde establecerse hasta 1970, y fue el rincón del la plaza de España entre la Diputación Provincial de Zaragoza y el edificio del entonces Banco Hispano Americano. Con los años se fue ampliando hasta llegar a unos 100 m², cifra muy modesta si lo comparamos con sus antecesores, pero que atraía por igual a los paseantes que se detenían a contemplarlo y a escuchar los villancicos y canciones navideñas que sonaban por los altavoces instalados junto a la plataforma. El dinero recaudado gracias a su generosidad iba destinado a la campaña de Navidad del Ayuntamiento. Quizá las frases relativas a la paz y buena voluntad asociadas a estas fechas y que completaban el decorado ayudaban a aumentar la dadivosidad hasta de los menos propensos a prodigarse en tales menesteres.

Plaza del Pilar. Presencia el acto benéfico el primer teniente alcalde de la ciudad, Don Emilio Parra (segundo por la derecha), junto a otros miembros de la corporación municipal. Gerardo Sancho. 1972. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0008717
Plaza del Pilar. Presencia el acto benéfico el primer teniente alcalde de la ciudad, Don Emilio Parra (segundo por la derecha), junto a otros miembros de la corporación municipal. Gerardo Sancho. 1972. Archivo Municipal de Zaragoza 4-1- 0008717

Con el cambio de década llegó otra mudanza para el portal y sus complementos, y en su peregrinar por la ciudad llegó a la plaza del Pilar, donde sigue hasta ahora. Entrado 1972 se instaló ya en esa ubicación, en el centro de la plaza bajo el retablo de Pablo Serrano colocado pocos años antes. Este aún era un Belén con figuras de pequeño tamaño y colocado sobre una plataforma que facilitaba su visión, complementado con un fondo de dibujos un tanto naif de árboles y lunas que le daban más presencia al conjunto.

Y llegamos a las navidades de 1973, que trajeron más novedades en lo que al Belén se refiere. Ese año se estrenaban las figuras que vemos en las fotografías de Lee Weatherly, que sustituyeron a las que habían ido de peregrinación en navidades anteriores por el paseo de la Independencia, plaza de España y la propia plaza del Pilar. Se pasó de figuras de un tamaño reducido a otras de tamaño natural, que son las que aún podemos ver hoy en día, salvo la del niño, que una noche desapareció a manos de un grupo de “curas obreros” como una forma de protesta. Tras la sustracción iban cantando un villancico por las calles del centro que decía que el niño Jesús no aparecería hasta que estos trabajadores no pudieran comer. La figura del Niño nunca volvió a su cuna, cada uno puede sacar sus propias conclusiones.

Aquel era un Belén sencillo, con el portal, la Virgen, San José, el Niño, el buey y la mula, (entonces ningún Papa había dicho aún que en el portal original no había habido animales, aunque parece ser que la tradición puede más que la infalibilidad del titular de la cátedra de San Pedro), y un par de pastores que acompañan a la pequeña familia. Quizá, y sin quizá, más parecido a lo que nos cuentan que pasó hace unos 2.000 años, sin el ajetreo de vendedores, lavanderas, riachuelos, puentes o norias en los alrededores del acontecimiento de lo que se conmemora estos días, que es precisamente el nacimiento de ese niño, ¿no es eso lo que se celebra en Navidad?

Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.
Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.

En la fotografía vemos que además había un par de cestas de mimbre en las que los fieles y visitantes podían dejar su óbolo después de visitar el Belén. Lo que está claro es que la señora que en ese momento lo estaba depositando iba a entrar después al Pilar, ya que en su mano izquierda lleva dos cirios de los de verdad, de los que se ponían en aquel mueble al lado de la Santa Capilla, siempre lleno de velas que duraban puestas menos de lo que se tardaba en elegir cuál quitar para poner la propia. Nada que ver con las de ahora, que se encienden en cantidad proporcional al valor de la moneda que se emplea. Más limpio es, eso sí.

Después, con los años, el número de figuras aumentó, el recinto se convirtió de nuevo en transitable recordando a aquel de 1961, los Reyes Magos volvieron a llegar para traer sus regalos, se instalaron edificios para albergar artesanos, los agricultores ahora cultivan sus huertos, e incluso hay soldados que guardan el recinto. Un riachuelo permite que haya una lavandera aprovechando sus aguas para lavar la ropa mientras puede también contemplar su reflejo, un puente nos permite pasar sobre él y hay quien, emulando a los visitantes de la Fontana di Trevi, lanza una moneda al agua quizá con la esperanza de volver al año siguiente…
Parece que, al fin, el Belén ha encontrado su lugar definitivo, al menos por el momento.

Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.
Plaza del Pilar. Nacimiento patrocinado por el Ayuntamiento de Zaragoza, germen del actual. Lee Weatherly. 1973. Colección Manuel Ordóñez.

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