Desde vestidos a casas en la Luna: "Print3D" explora la impresión 3D en el Caixaforum de Zaragoza

La muestra quiere abrir la imaginación del público sobre qué puede ofrecer esta tecnología. FOTO: Laura Trives.
photo_camera La muestra quiere abrir la imaginación del público sobre qué puede ofrecer esta tecnología. FOTO: Laura Trives.
Casas, respiradores, cerámicas imposibles o saxofones que caben en la palma de la mano. ¿Hasta dónde puede llegar la impresión 3D?, es la pregunta que plantea la exposición “Print3D” del CaixaForum de Zaragoza. Un recorrido por campos como la salud, el arte o la ingeniería que quieren mostrar al público las infinitas posibilidades que presenta esta tecnología y su aplicación en la vida diaria. La impresión 3D “existe desde hace de 35 años”, ha señalado el comisario de la exposición César García Sáez, pero hasta ahora su uso había pasado más desapercibido, principalmente porque  estaba enfocado a la producción industrial y el coste de cada máquina reservado al bolsillo de unos pocos. Pero tal y como sucedió con internet, la bajada de los precios y la aparición de impresoras más pequeñas, han hecho que esta tecnología se haya popularizado desde hace unos años. Esta muestra describe las aplicaciones que tiene actualmente la impresión 3D tan ingeniosas como en la salud, como las viseras con pantalla, muy útiles durante la pandemia, adaptar máscaras de buceo a los respiradores de hospitales, o prótesis de huesos. El público puede observar también otras aplicaciones prácticas que ya usan hospitales españoles, como el Gregorio Marañón, que en su área de cardiología infantil imprime modelos de órganos a medida con los que practicar antes de la operación, aumentado las posibilidades de éxito y recuperación y reduciendo el tiempo de intervención clínica. La moda también se apunta a este tren, con modelos creados íntegramente en impresoras, programas que permiten adaptar un diseño a cada cuerpo o la posibilidad de que una zapatería pueda crear al instante el producto adaptado a las necesidades de cliente. Se exponen también contrabajos y guitarras que parecen sacadas de la ciencia ficción o un saxofón electrónico que cabe en el bolsillo y permite un traslado más cómodo. En el arte también tiene cabida la impresión 3D, con obras en cerámica, que lejos de dejar sin empleo a los ceramistas les permite crear modelos contorsionados que desde la artesanía no podían lograrse, obras de larga exposición, instalaciones escultóricas, entre otras disciplinas. Artistas como Marta Verde, dedicada a las proyecciones a gran escala y videomapping, como esas que muestras animaciones en fachadas de edificios, ya imprime piezas con los que testear su trabajo. Además de imaginar, la exposición del CaixaForum quiere mostrar que no solo con plástico se puede imprimir en 3 dimensiones, la arena, el acero o residuos reciclados también se usan en esta práctica y que las diferentes formas de impresión pueden dar tanto acabados como productos muy diversos. En la construcción también ha calado el 3D, ya existen numerosos ejemplos de casas impresas, eso sí, con maquinarias ajustadas a su tamaño y procesos que pueden durar días o robots que haciendo vacío se deslizan por piezas que ellos mismos imprimen. Mirando al futuro, la exposición imagina las exploraciones espaciales, donde la impresión 3D podría servir para construir colonias en otros planetas, utilizando materiales de la propia superficie, protegiendo a sus inquilinos del frio, la radiación solar y otros peligros. Un ejemplo de ello está en el Modulo Lunar diseñado por Foster + Partners. Actividades complementarias CaixaForum Zaragoza ha querido ampliar la experiencia esta exposición con un ciclo de conferencias a cerca de las aplicaciones de la impresión 3D, tres podcasts en Ivoox y Spotify con expertos en el tema, visitas guiadas y talleres infantiles. Todo ello puede consultarse a través de su web.