El duelo por la muerte de un cónyuge es una experiencia tan dura que la mente humana necesita un tiempo considerable para asimilarla. Cuando el dolor dura demasiado tiempo y los propios mecanismos de defensas para superar la pérdida parecen estar fallando, podemos encontrarnos ante un duelo patológico.
Ante esta situación, a veces lo realmente importante es saber lo que no se debe hacer. No es bueno abrumarle con toda clase de consejos, ni presionarle para que tome cuanto antes ciertas decisiones para las que no está preparada. En vez de eso, conviene buscar formas prácticas de ayudarle. Principalmente es necesario que ella vuelva a tener una rutina y para contribuir a ello, entre amigos y familiares, podríais incluirla en algunas de vuestras actividades cotidianas, como por ejemplo hacer la compra. También es necesario fomentar su vida social, aunque inicialmente muchas veces no tendrá ganas y habrá que insistir, después cuando haya pasado la tarde con buenos amigos, se dará cuenta de que hay gente a la que le importa y le necesitan, y eso le reconfortará haciendo que no se sienta tan sola.
Mi consejo: Si actualmente está en tratamiento solo es cuestión de tiempo, ya que estará trabajando en sus emociones y en el dolor por la pérdida. Paciencia, apoyo y cariño.
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