Los forenses creen que el padre que mató a su hija en Delicias "sabía lo que hacía y pudo evitarlo"

El acusado en la última sesión del juicio // Foto: Laura Trives
photo_camera El acusado en la última sesión del juicio // Foto: Laura Trives
Esta mañana ha continuado el juicio contra Nossa C., el padre que acuchilló a su hija de tres años y medio en el zaragozano barrio de Delicias hace poco más de un año. En esta segunda y última sesión han declarado la madre de la pequeña, que presenció el macabro acto, policías, que detuvieron al acusado, y una de las exposiciones más determinantes, la de los forenses. Estos especialistas han afirmado que el acusado “sabía lo que hacía y pudo evitarlo” y han descartado que en ese momento sufriese un brote psicótico. Por ello, la Fiscalía que ayer solicitaba la pena de prisión permanente revisable, esta mañana ha disminuido a 18 años de prisión y cinco de libertad vigilada. La madre de la pequeña ha declarado que la relación con su marido era “más o menos cordial, pero no siempre”. Ha afirmado que sí que conocía que había tenido un incidente en su trabajo -se enfrentó a sus compañeros con un martillo “encomendado por Dios”- pero desconocía que su marido padecía una enfermedad mental. Aun así, sí que sabía que iba a menudo al hospital y que tomaba medicación. El 14 de septiembre de 2020, el varón “pasó de forma agresiva delante de ella” y decidió “sacar los cuchillos y esconderlos en el balcón”. Todos menos uno, el que usaría después para acabar con la vida de su hija. Tras este fatídico hecho, el acusado salió de casa y fue a casa de un conocido al que le confesó todo. La mujer ha declarado que cogió a su hija en brazos y salió a la calle pidiendo auxilio. Varios policías nacionales acudieron a su rescate y hoy han afirmado que al llegar a la calle Domingo Ram de Delicias vieron “a la niña herida agonizando”. Después de esto dieron con él y lo detuvieron. "Era una bomba de relojería" Los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), que realizaron un informe psiquiátrico a Nossa C., han declarado que era “una bomba de relojería” debido a la “inducción divina” que padecía en la que creía que era positivo eliminar a su hija, a lo que debía sumarse una “sospecha de infidelidad”, a los problemas económicos que soportaba. Los especialistas también han explicado en su informe que sus capacidades no estaban totalmente anuladas y que “sabía lo que hacía y que pudo evitarlo”. También han afirmado que no encontraron arrepentimiento en el individuo y que en ese momento creían que no estaba sufriendo un brote psicótico. Aun así, los médicos forenses han respondido a las preguntas de la abogada de la defensa, Carmen Sánchez Herrero, que creen que la mejor opción para Nossa Ch. es el internamiento en un centro psiquiátrico. En la lectura de los informes, la Fiscalía, que ayer solicitó la prisión permanente revisable, continúa culpándole de un delito de asesinato y ha admitido la eximente incompleta de trastorno mental y la agravante de parentesco. Solicitando al final 18 años de prisión y cinco de libertad vigilada para el acusado. La defensa no ve con malos ojos la pena, siempre y cuando sea en el centro penitenciario psiquiátrico de Fontcalent en Alicante. Mañana se le entregará el objeto de veredicto al jurado que deberá determinar la pena que asumirá Nossa Ch.