¿Qué hay bajo el suelo del Palacio de los Morlanes? Un recorrido por una de las cloacas de Zaragoza

La cloaca del Palacio de los Morlanes está situada en el sótano del edificio y la entrada se realiza a través de un pasadizo de 2.69 metros
photo_camera La cloaca del Palacio de los Morlanes está situada en el sótano del edificio y la entrada se realiza a través de un pasadizo de 2.69 metros

Zaragoza es una ciudad que cuenta con más de 2000 años de historia. En la superficie, la ciudad brillaba por sus edificios entre los que destacaba el Teatro Romano, uno de los más grandes de Hispania o el Foro. Pero, ¿qué era aquello que se escondía bajo el suelo de la ciudad? El subsuelo de Zaragoza cuenta con una extensa red de cloacas conectadas entre sí. Algunas eran transitables e incluso navegables y hasta nuestros días han llegado un puñado que están más cerca de lo que creerías. Hoy visitamos la del Palacio de los Morlanes.

En el año 14 a.C se fundó la colonia romana de Caesaraugusta, mientras se estaba diseñando el sistema urbanístico ortogonal se configuró la gran red de cloacas y a lo largo del siglo I ya estaba terminada, Existieron cuatro sistemas de cloacas y la del Palacio de los Morlanes correspondía con el sistema central, es decir, la zona que ocupó la muralla romana. Estos sumideros se ubicaban bajo el nivel de las calles o bajo los grandes edificios públicos. Algunas de ellas han experimentado arreglos, ampliaciones o modificaciones y se han usado como bodegas o caños.

La cloaca bajo el Palacio de los Morlanes se descubrió durante el proceso de restauración de la fachada. En el sótano del palacio había una galería que era la cloaca y esta transcurría pegada a la fachada. Durante la edificación del Palacio en el siglo XVI emplearon la cloaca como depósito de materiales constructivos y como cámara de aireación de los cimientos del edificio.

Se accede a ella desde la sala de exposiciones situada en el sótano. La entrada se realiza a través de un pasadizo de 2.69 m que atraviesa la cimentación del edificio, dispone de luz y es de las que mejores condiciones reúne para su exhibición dentro de las que no se visitan. Fue construida con opus caementicium (hormigón), es de sección rectangular y se cubre con bóveda de cañón corrido. La extensión que es practicable actualmente es de 13.65 m.