Faraón: Rey de Egipto, un recorrido por la belleza de un arte con más de 3.000 años de historia

La muestra está ya abierta y permanece hasta el 9 de enero
photo_camera La muestra está ya abierta y permanece hasta el 9 de enero

Eran los sumos sacerdotes en la religión y manejaban el ejército para proteger Egipto de cualquier mal. Se creía que los faraones eran la representación en la tierra de los dioses y que antes de ellos eran Osiris, Isis o Anubis los que reinaban para conseguir el equilibrio. Los faraones siempre han sido considerados como divinidades y han provocado fascinación para los amantes del arte y de la historia. Ahora, todos aquellos que se paseen por el CaixaForum podrán disfrutar de “Faraón, Rey de Egipto”, una impresionante muestra con 137 piezas únicas que pretende mostrar quiénes eran realmente estas figuras, sus ritos, simbolismos, tradiciones y la importancia que tenían para todos aquellos que habitaban el antiguo Egipto.

La colección es propiedad del British Museum y es una de las más importantes del mundo sobre el antiguo Egipto. En ella hay auténticas joyas como la figura del dios halcón Re-Haractes, una cabeza del faraón Tutmosis III, bustos de mármol de aquellos extranjeros que llegaron al trono en Egipto como Alejandro Magno o algunas losetas del templo de Ramses III.

La comisaria del Departamento de Egipto y Sudán del British Museum y comisaria jefe de la exposición, Marie Vandenbeusch, ha destacado además este miércoles algunas piezas no tan reconocidas como unas simpáticas misivas grabadas sobre tablillas de arcilla que dan fe de la intensa actividad diplomática entre Egipto y Babilonia o el arco de madera de uno de los comandantes militares del faraón, entre algunos papiros que hablan de delitos de la época o material del ejercito.

Una delicada y frágil estatua de plata y oro del faraón Amun-Ra o el anillo de Sheshong, uno de los funcionarios de más alto rango en el Antiguo Egipto forman parte de aquellas piezas más delicadas en las que hay desde joyas de fina ejecución hasta papiros o monedas. La muestra no sigue un orden cronológico sino que es temático. A través de nueve espacios diferenciados el usuario podrá hacer un primer conocimiento sobre Egipto, conocer por qué a los faraones se les llamaba hijos de los dioses, ver cuales eran esos símbolos que les daban poder y esos impresionantes templos que custodiaban.

También, hay espacios dedicados a las festividades y la memoria, a cómo era esa vida de la realeza, a la administración de Egipto y a esos extranjeros que llegaron al trono y se convirtieron en faraones. ¿Y qué pasaba tras la muerte del faraón? Se creía que viajaban al más allá y los sarcófagos y ushbetis de la muestra reflejan la importancia y cómo se aseguraba el pueblo de que los faraones tuvieran una vida digna en el mundo de los muertos.

Los ushbetis eran pequeñas piezas que se ponían en la tumba del difunto faraón “para asegurarse de que una vez en el más allá los faraones no hacían ningún tipo de trabajo y disfrutaban de una vida digna”, ha asegurado la comisaria de la exposición quien, además, ha reconocido que no todos los faraones eran varones y que no todos habían vivido en el Antiguo Egipto, pero “las mujeres que eran faraonas no eran tan veneradas como ellos”.

Rostros serios y majestuosos y otros que manifiestan la alegría de las festividades que celebraban los faraones. En la muestra, esos 3.000 años se pasan como en un suspiro gracias a las explicaciones detalladas de los textos que acompañan las figuras y papiros y a esas historias “que siempre han despertado fascinación”, según ha comentado el director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós.

Así, y con una muestra que estará en Zaragoza hasta el 9 de enero, el Antiguo Egipto se vuelve un poco más accesible con esculturas, bustos y joyas que son dignas de admirar.