La lucha por el futuro de Candanchú une a todas las fuerzas parlamentarias en las Cortes

La empresa anunció que no pretendía abrir la próxima campaña por problemas de viabilidad económica
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El Pleno de las Cortes de Aragón ha sacado adelante un texto conjunto promovido por la oposición, al que el cuatripartito se ha sumado, para defender el futuro de Candanchú y del sector de la nieve en la Comunidad. Solo Izquierda Unida, a través de su diputado, Álvaro Sanz, ha mostrado sus discrepancias con un texto en el que se habla de “impulsar un plan integral de la nieve” que siga promoviendo este sector en el futuro.

En concreto, la Cámara ha aprobado instar al Gobierno de Aragón a “mantener su compromiso con el sector de la nieve como uno de los principales atractivos de la Comunidad”. Así, y en concreto, el Parlamento ha pedido al Ejecutivo de Lambán que luche por el futuro del valle del Aragón ante la amenaza de que Candanchú cierre sus puertas.

Sobre esta cuestión, el texto presentado insta expresamente a la DGA a que continúe con las reuniones conjuntas junto a DPH y empresa gestora para que Candanchú no solo abra sus puertas la próxima temporada, sino que cuente con un plan de viabilidad a medio y largo plazo que garantice su pervivencia en el tiempo.

Comenzando las intervenciones, la diputada del PSOE Olvido Moratinos ha sido rotunda al afirmar que “Candanchú no se cierra”, ya que el valle del Aragón y la economía autonómica “no se lo pueden permitir”. En ese sentido, la socialista ha defendido el trabajo del Ejecutivo autonómico desde el momento en el que se conoció la noticia, ante las críticas de la oposición por “ir a remolque” de los acontecimientos.

Desde la oposición, el Partido Popular ha calificado de “catástrofe y despropósito monumental” si el cierre de la estación se mantiene. En palabras de su diputado Javier Campoy, los populares han cifrado en hasta 29 millones de euros las pérdidas que acumularía la Comunidad si Candanchú no abre sus puertas.

Una advertencia que Ciudadanos también ha señalado, recordando que Candanchú es un patrimonio aragonés al tratarse de la estación de esquí más antigua de todo el país. Para su pervicencia, la diputada naranja Jara Bernués ha pedido durante su intervención ante la Cámara la necesidad de promover una colaboración público-privada para salvar una estación que genera casi mil empleos.

Por parte de Podemos, Vanesa Carbonell ha defendido el turismo como un motor económico pero también social, un “mecanismo de desarrollo y de lucha contra la despoblación”. Así, y tras confirmar este apoyo al valle del Aragón, la diputada sí ha dudado sobre la “trampa” que podría ser intervenir Candanchú, una empresa privada “ruinosa” por sus problemas económicos.

El portavoz de CHA, Joaquín Palacín, ha dejado claro durante su intervención que el debate sobre Candanchú no es solo el de una estación de esquí, sino “el del futuro del valle del Aragón”. En ese sentido, Palacín ha reconocido el “palo” que supondría para la zona no tener temporada de nieve por segundo año consecutivo, apelando a mantener el consenso político como ya ocurre con el social en la zona.

Desde Vox, Marta Fernández ha recordado que Aragón acumula hasta un tercio del total de oferta de nieve de España, lo que convierte a este sector en un importante motor económico en toda la Comunidad. “No se pide que se salve a una empresa, se pide que se salve a un valle”, ha incidido, advirtiendo de que la no apertura de Candanchú dejará un agujero de hasta seis millones directamente en las arcas públicas al no ingresar impuestos.

Un mensaje repetido por el diputado del PAR Jesús Guerrero, que ha destacado la capacidad de acuerdo como la demostrada este jueves en el Parlamento autonómico. “Muchas veces se nos acusa de no llegar a acuerdos, pero hoy damos un mensaje de unidad y aliento”, ha explicado.

Por último, el diputado de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, ha sido el más crítico con el conflicto. Para Sanz, lo realmente importante es hablar de las consecuencias de intervenir y rescatar “una empresa privada que ha decidido no invertir y que está llevando a una situación insostenible al valle”. El diputado se ha referido así a lo que considera “capitalismo de amiguetes”, preguntándose por el coste para los aragoneses de salvar a la empresa gestora de Candanchú.