Un total de 38 refugiados afganos ya han llegado a Aragón como parte del sistema de acogida de personas y familias que logran salir de este país. Desde el Ejecutivo autonómico mantienen la mano tendida al Gobierno central para recibir a aquellas personas que consideren necesario, haciendo funcionar el protocolo de la DGA con las entidades sociales para ofrecer los servicios mínimos y que puedan tener una vida digna en la Comunidad.
Tal y como reconocieron este martes desde Cruz Roja, estos refugiados llegan a Aragón “cansados y desorientados”, y desde el Gobierno aragonés confían en el papel de las entidades para la primera fase de acogida y lograr su autonomía. “Vienen de una situación gravísima. Han dejado a su país con tristeza, están en una situación de mucha vulnerabilidad. Lo primero es entenderlos y apoyarlos, y después pensar qué actividades llevar a cabo, como enseñarles el idioma, escolarizar a los niños, tener tarjeta sanitaria o incorporarse al trabajo”, ha resaltado la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto.
De hecho, la responsable del ramo ha reconocido el trabajo de las entidades desde que en 2016 se puso en marcha el protocolo de actuación para acoger a refugiados, aunque, en esta ocasión, el perfil es distinto. “La mayoría de personas que hemos recibido eran personas. En este caso, son familias, incluso extensas, con abuelos y tíos. No sabemos cuántas podrán salir del país. Los que salgan, los recibiremos”, ha lamentado Broto.
