En Nicaragua y en Jordania, pero también en la ciudad de Huesca o pequeñas localidades de la provincia, se ponen en marcha cada año cientos de proyectos que tienen como objetivo mejorar la integración, empleabilidad y calidad de vida de personas en riesgo de exclusión, o con diferentes capacidades. Las entidades que los impulsan han recibido desde 2015 un total de 9.777.902 euros en ayudas de la Diputación Provincial de Huesca.
El presupuesto de la institución para estas organizaciones, señala el diputado delegado de Asuntos Sociales, Antonio Biescas, “ha rondado el millón y medio de euros en los últimos años, aunque desde 2018 hemos incrementado la partida, rozando desde entonces los 1,8 millones de euros”. Y es que, explica, “cada vez recibimos más solicitudes, y entendemos que tenemos que dar respuesta a esas peticiones en la medida de nuestras posibilidades, pues tanto las entidades sociales como la DPH tenemos un mismo objetivo: ayudar en la medida de nuestras posibilidades a quienes más lo necesitan”.
Los 572 proyectos subvencionados desde 2015 “son muy diversos”, apunta Biescas, quien pone como ejemplo el de Reach Internacional España para la mejora de las competencias y habilidades formativas en el Colegio Reach La Trinidad en Estell (Nicaragua); o Unicef España, que impulsó el acceso al agua potable para la población siria en Jordania, en el campo de refugiados de Azrag. “También hemos ayudado a la compra de alimentos y productos de lavandería e higiene para personas en riesgo de exclusión social a través de Las Conferencias de San Vicente de Paúl, a la reforma y ampliación de espacios residenciales en las instalaciones de Aspace Huesca o a la puesta en marcha de talleres de ilustración en el ámbito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en localidades de la provincia a través de Manos Unidas”, ha explicado Biescas.
Además del apoyo a entidades sociales y ONG, la DPH, a través de convenios y líneas de subvención, colabora con diferentes administraciones para que estas ofrezcan a su vez ayuda a la población más necesitada. Fruto de ello es el convenio anual con el Instituto Aragonés de la Mujer de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género o las ayudas de urgencia que dan ayuntamientos y comarcas, “que a consecuencia de la pandemia han visto incrementar exponencialmente estas solicitudes” concluye Antonio Biescas.
La institución cuenta así mismo con un programa de lucha contra la drogadicción y otras adicciones, otro para la dotación de desfibriladores a los ayuntamientos, y se complementan las ayudas comarcales para el bono social térmico y otras emergencias en hogares vulnerables.
