Crema de calabacín, tortilla de patatas con ensalada y fruta de temporada ha sido el menú que han degustado hoy las 69 personas mayores que han regresado a los comedores de los centros municipales de convivencia de Zaragoza. Se trata de un servicio con una importante demanda -entre 200 y 300 usuarios diarios antes de la pandemia- y altos índices de satisfacción. Está dirigido no solo a garantizar una alimentación sana y equilibrada, sino a fomentar las relaciones sociales de las personas mayores y la prevención de las situaciones de soledad no deseada.
Tras 15 meses cerrados, hoy han reabierto cuatro de los siete comedores: Laín Entralgo, Almozara, La Jota y Actur Rey Fernando. Lo han hecho con las oportunas medidas de seguridad sanitaria, entre las que destaca el uso individual de las mesas, dispuestas de dos en dos para permitir la conversación con dos metros de distancia. Se exceptúa a los convivientes, que sí pueden compartir mesa.
La concejala delegada de Mayores del Ayuntamiento de Zaragoza, Paloma Espinosa, ha mostrado su satisfacción por la eficaz aplicación de los protocolos de seguridad sanitaria en esta primera jornada. También ha asegurado que todo está preparado para abrir, desde este jueves 1 de julio, las 26 cafeterías de los centros de convivencia repartidos en los distritos y barrios rurales.
Hasta el miércoles 30, las reservas de mesa para los comedores podrán seguir realizándose a través de la línea gratuita del Área de Acción Social y Familia del Ayuntamiento de Zaragoza y de manera presencial en los propios comedores. Desde el 1 de julio, las reservas se gestionarán únicamente de forma presencial, volviendo al funcionamiento tradicional.
El precio se mantiene en 4 euros, pudiéndose elegir entre menú normal y el diabético. El horario es de 13.30 horas a 14.30 horas, de lunes a viernes durante el mes de julio. En agosto, como es habitual, se interrumpirá el servicio, que regresará en septiembre de lunes a domingo.
Plan de reapertura por fases
El regreso de comedores y cafeterías supone un paso fundamental en la implementación del plan de reapertura de estos centros, diseñado por la Concejaĺía de Mayores con el asesoramiento de expertos como los investigadores Juan José Badiola y José Ramón Paño. Con el avance de la campaña de vacunación y la mejora de la situación sanitaria, el Consistorio comenzó en mayo los primeros talleres de actividad física, y poco después las tertulias del programa ‘Nos Gusta Hablar’, en ambos casos al aire libre.
Para los servicios en interiores se han preparado protocolos estrictos de ventilación continua, medidores de CO2, control de aforo, distancia social, refuerzo de limpieza y desinfección, entre otros. Después del verano, se seguirá avanzando con la organización de actividades en interior, como los talleres de envejecimiento activo y el resto de servicios de la red municipal de centros de convivencia, que cuenta con más de 60.000 socios activos.
Se mantiene la comida a domicilio
De momento, el Ayuntamiento mantiene el programa de comida a domicilio que, en colaboración con la Fundación La Caridad, se extendió a todas las personas mayores que lo solicitaron desde el inicio de la pandemia. Más de 1.000 personas llegaron a darse de alta en los momentos más duros del confinamiento, y unas 300 continúan en activo. El resto ha ido renunciando progresivamente a medida que recuperaban sus rutinas.
Los usuarios que han decidido continuar con el servicio se suman otras 600 personas mayores o dependientes que ya lo recibían antes de la pandemia, mediante convenio con la Fundación La Caridad.
