El mítico rey Minos ordenó a Dédalo construir el famoso Laberinto de Cnosos. En su interior, el rey encerró al Minotauro, un monstruo de cuerpo humano y cabeza de toro, que vigilaba el Laberinto como las galeras cretenses patrullaban los mares. Pero nada es perfecto. Si en el plazo de un día no tocaban puerto, los marineros se peleaban entre sí hasta la muerte. ¿Qué causaba tanta locura?

Un laberinto, una galera, un misterio

El mítico rey Minos ordenó a Dédalo construir el famoso Laberinto de Cnosos. En su interior, el rey encerró al Minotauro, un monstruo de cuerpo humano y cabeza de toro, que vigilaba el Laberinto como las galeras cretenses patrullaban los mares. Pero nada es perfecto. Si en el plazo de un día no tocaban puerto, los marineros se peleaban entre sí hasta la muerte. ¿Qué causaba tanta locura?

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Con viento a favor, las galeras cretenses desplegaban las velas. Pero navegar contra el viento exigía conocimientos que los cretenses no poseían y que Europa no alcanzaría hasta el Renacimiento.
Contra el viento, las galeras plegaban velas y se impulsaban por el esfuerzo titánico de los remeros. A babor y a estribor surgían varias filas de remos. A fila más alta, remo más largo.
Las galeras cretenses eran poderosas y pesadas. Además del peso propio de la nave y de toda la tripulación, los remeros impulsaban grandes depósitos de agua (causa de este misterio).
¿Para qué tanta agua? Resolvamos el enigma. Reponer los líquidos que perdían por tan gigantesco esfuerzo, obligaba a los remeros a consumir enormes cantidades de agua potable. Un solo día de navegación bastaba para vaciar los depósitos. Por eso las galeras buscaban la costa, para abastecerse de agua potable.
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Dédalo e Ícaro. Minos encerró a padre e hijo en el Laberinto para ocultar su secreto. Pero Dédalo diseñó unas alas con las que Ícaro pudo alzar el vuelo. Desoyendo los consejos de su padre, Ícaro, arrogante, se acercó al Sol, el calor derritió la cera y se precipitó al mar. Murió. Su corta vida no le enseñó, como advertía Aristóteles, que en el término medio está la virtud.
Talasocracia cretense. El término talasocracia está unido a Creta tanto como el don del Nilo a Egipto. Talasocracia significa imperio del mar.
Plegar, con el significado de terminar el trabajo o la jornada, tiene su origen en el entorno marinero. Cuando un velero se acercaba a puerto, la tripulación recibía la orden de plegar velas, signo de que la tarea llegaba a su fin. Aunque no lo recoge el diccionario de la RAE, este sentido del verbo plegar ha seguido vivo hasta hoy.
Babor y estribor: Babor proviene de una palabra que en inglés antiguo significa izquierda y estribor derecha.