Zaragoza pone el broche final a su Feria del Libro con gran afluencia de público

Este año ha sido posible recuperar la presencialidad sin dejar atrás las normas sanitarias
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La capital aragonesa dice adiós a la Feria del Libro 2021 con una gran afluencia de público. Este año ha sido posible recuperar la presencialidad sin dejar atrás las normas sanitarias que han permitido unas jornadas culturales seguras y al aire libre. Todos han pasado por aquí: lectores, autores, vendedores, curiosos… Pero sobre todo, libros y más libros que demuestran que la literatura es un imprescindible en la vida de muchos zaragozanos.

“La feria ha sido extraordinaria. Hace dos años que no estábamos por aquí y nos hemos llevado una sorpresa porque hemos vendido mucho. Además, la gente estaba muy interesada: preguntaban por nuestras novelas, por la colección de novela histórica en Aragón que tenemos… Todo muy fluido, participativo; no solo curiosean, sino que quieren que les expliques de que va cada libro”, ha explicado uno de los vendedores.

Lo cierto es que todos tenían ganas de volver aunque la situación anime a no bajar la guardia: “Teníamos muchísimas ganas de volver. Las expectativas se han cumplido. La verdad es que esta organización ha hecho que la gente venga, se interese, circulen libremente… Al principio estaban bastante reticentes a tocar los libros, no sabían muy bien cómo afrontar las medidas… pero al final se han acostumbrado. Ha sido una buena vuelta y finalizar con este día tan soleado se agradece”, ha comentado el escritor del libro “The Scarecrow”, Javi Hernández.

Este año para algunos ha sido su primera vez al otro lado del stand: “Estoy muy feliz, es la primera vez que estoy aquí como autora. Estar al otro lado de la mesa es una felicidad tremenda. Ha habido mucha afluencia durante los dos días que he estado. Tenemos ganas de leer, de estar al aire libre, de cultura… Hay que seguir promoviendo estos eventos porque sin cultura no se puede vivir”, ha subrayado la autora de “Mujeres sin Máscara”, Begoña Garrido.

Pero, sin lugar a duda, lo que más echaban en falta los vendedores eran los reencuentros: “Incluso con lluvia, la gente aguantaba debajo de los paraguas y toldos. Están muy contentos, además, ha habido muchos reencuentros con lectores, amigos de otras ferias… Son momentos muy bonitos y emocionantes; había ganas de trato directo. El tú a tú con la gente es lo que le da sentido a todo esto”.