Convivir con un vecino que agrede a su propio animal puede resultar una situación violenta, cuanto menos incómoda y desagradable. En muchos de estos casos, cuando se está en conocimiento de un caso de maltrato animal, se tiene la necesidad y también la responsabilidad, de denunciarlo.
Previamente a denunciar, conviene intentar la vía amistosa, intentar hablar primero directamente con él. Si la comunicación resulta complicada, intentar localizar a algún amigo, familiar o vecino que tenga buena relación con él para que intente mediar. Podéis contactar con el presidente de la comunidad, o administrador de la comunidad de propietarios, para exponerle el caso y que sean ellos los que traten de buscar una solución a la causa. Si ninguna de estas actuaciones da resultado, también se puede contactar con entidades de protección animal, asociación vecinal u otra entidad que esté dispuesta a denunciar. En último caso, y si no funciona ninguna de las anteriores opciones, se podría valorar denunciar al vecino agresor del animal. Presentar pruebas es fundamental para que la denuncia prospere y se pueda sancionar al maltratador.
Mi consejo: agredir a un animal es una conducta penada por el código penal y sancionada por las leyes administrativas de protección animal. Para una mejor orientación sobre el caso, lo mejor es ponerse en contacto con un gabinete jurídico especializados en maltrato animal.