El Ayuntamiento de Zaragoza ha hallado en el interior de la antigua Joyería Aladrén los elementos protegidos que habían desaparecido de la fachada. Tras una inspección en la que ha participado el responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, junto a técnicos de Patrimonio y la Policía Local, han aparecido, desmontados, el farolillo y la cartelería.
“Serán los técnicos los que determinen en qué estado están, pero aparentemente están en muy buen estado y no han sufrido ningún daño”, ha apuntado y ha añadido que, desde ese punto de vista, están “más tranquilos” de lo que estaban antes de acceder al local situado en la calle Alfonso I, en pleno centro de Zaragoza.
Según ha informado Serrano, el inquilino saliente les explicó que “desmontó” estos elementos de la fachada para evitar que sufrieran daños al estar expuestos en el exterior. “Lo cierto es que estaban desmontados, pero en buen estado”, ha sostenido.
El Ayuntamiento trasladó hace unos días a Fiscalía la desaparición de estos elementos protegidos al observar indicios de un presunto expolio y daños contra el patrimonio histórico de la ciudad. No en vano, se trata de un establecimiento catalogado como Bien de Interés Arquitectónico, que en los últimos años acogió el Gran Café Zaragoza.
El inquilino saliente ha autorizado al Ayuntamiento a realizar esta inspección, a la que ha asistido acompañado por su abogada.
La valoración para determinar si hubo daños materiales será hecha en breve plazo por los técnicos municipales, en coordinación con los técnicos de la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón.
“Será ese informe el que determine ante qué nos encontramos y cuáles de los elementos protegidos han podido sufrir algún daño en mayor o menor medida”, ha explicado Serrano.
