El Gobierno autoriza la vuelta del público a las ligas de fútbol y baloncesto

Los ministros Carolina Darias y José Manuel Rodríguez, durante la rueda de prensa
photo_camera Los ministros Carolina Darias y José Manuel Rodríguez, durante la rueda de prensa

El público podrá volver a los estadios en la recta final de esta temporada de las ligas profesionales de fútbol (Liga Santander y Liga SmartBank) y de baloncesto (ACB), pero solamente en las comunidades autónomas con menos contagios por coronavirus y con algunas condiciones, entre ellas que el aforo sea de un máximo del 30% y con un tope de 5.000 espectadores por partido.

Así lo explicaron ayer en una rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa los ministros de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y de Sanidad, Carolina Darias, tras la celebración del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

Esa decisión se produce después de que Uribes se reuniera este martes presencialmente en la sede de su departamento con el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y después de forma telemática con el presidente la Liga ACB, Antonio Martín, para analizar los tiempos y las condiciones de la vuelta del público a los estadios.

En cuanto al fútbol, quedan dos jornadas para la finalización de LaLiga Santander (la antepenúltima comenzó este martes) y cuatro en la Liga SmartBank, más su fase de ascenso. Y respecto a la Liga ACB, quedan entre dos y cinco jornadas, según los equipos participantes, además de la fase final.

Ambos departamentos ministeriales acordaron un protocolo con varias directrices, de manera que habrá público en las comunidades autónomas que se encuentren en nivel de alerta 1 por la Covid-19 (es decir, que la incidencia acumulada sea inferior a 50 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, entre otros criterios). Actualmente, Comunidad Valenciana y Galicia podrían cumplir con ese aspecto, según adelantó Darias. Por tanto, este fin de semana podría haber espectadores en los partidos Valencia-Eibar y Villareal-Sevilla en la Liga Santander, y Castellón-Ponferradina y Lugo-Mirandés, en la Liga SmartBank.

El aforo máximo será de un 30% del estadio con un tope límite de 5.000 personas, todas ellas de público local del equipo anfitrión del partido con el fin de evitar desplazamientos de aficionados de los clubes visitantes. Los aficionados deberán guardar en todo momento una distancia de 1,5 metros y en todos los sentidos, se escalonará y sectorializará su entrada y salida para evitar aglomeraciones, y no se podrá comer, beber ni fumar. Además, los espectadores tienen que llevar una mascarilla FFP2 sin válvula y se les tomará la temperatura antes de entrar al estadio.

“Prudencia”

Uribes indicó que esta decisión se produce tras escuchar a los representantes de LaLiga y de la ACB y que el regreso de los espectadores a los estadios se basa en la “prudencia”, antes de admitir que él y Darias han mantenido “puntos de vista distintos”. No obstante, recalcó que se trata de un “acuerdo muy razonable” y “sensato”, que lanza un “mensaje de esperanza para la sociedad”.

El ministro de Cultura y Deporte apeló a la “responsabilidad” y al “buen sentido” de los aficionados, especialmente en la última jornada, cuando se produzcan “celebraciones lógicas” por ganar algún título o ascender de categoría, y afirmó que desde LaLiga le transmitieron tranquilidad en el sentido de que los clubes desean la vuelta del público a los estadios a pesar de que en algunos de ellos no será posible por la situación sanitaria del coronavirus.

Uribes admitió que es “paradójico”, aunque no “contradictorio”, que se permita un máximo de 5.000 espectadores en las dos categorías profesionales del fútbol español cuando ha habido partidos en la Segunda División B con más aficionados, pero en esos casos hubo un acuerdo con las federaciones deportivas y las comunidades autónomas para permitir el público en estadios con el fin de ayudar a los clubes más modestos. Y respecto a qué 5.000 aficionados podrán ir al estadio, dejó esa decisión en manos de los clubes.

Por último, Darias recalcó que la situación epidemiológica del coronavirus en España permite haber adoptado la nueva decisión porque la incidencia acumulada de la Covid-19 se encuentra en un “proceso lento, pero continuo” de descenso.