Recorremos la cara oculta del Moncayo de la mano del "cronista" de Purujosa

Vista de Purujosa sobre el barranco de la Virgen. Foto: Ramiro Adiego
photo_camera Vista de Purujosa sobre el barranco de la Virgen. Foto: Ramiro Adiego

Como si de una antigua villa se tratase, Purujosa cuenta con un cronista que va detallando su peculiar historia. Situado al sur del Moncayo, en la cabecera del río Isuela lindando con la provincia de Soria, esta pedregosa localidad de 35 habitantes está enmarcada a lomos del valle en el cerro enriscado. Es el pueblo más pequeño del mundo con semáforos y sus empinadas calles dan cobijo al ermitaño padre Francisco, que cumple 13 años de recogimiento y oración, a los visitantes llamados por la estimulante actividad senderista y a la familia Adiego, protagonista de esta historia.

Joaquín Adiego, vecino de Lumpiaque, llegó por motivos laborales a Purujosa y se enamoró a primera vista. Signo de la despoblación, durante los años 80 estuvo al borde del abandono. Sus casas quedaron vacías y derruidas, pero con ayuda de los vecinos llegó el agua corriente, se levantó el albergue y la casa rural Purujosa. Gracias también a su hijo, Ramiro Adiego, profesor de historia y fundador del blog “El Nido de Águilas del Moncayo”.

Boca de la Cueva de Cuartún. Foto: Ramiro Adiego

En él hace las veces de relator, con el objetivo de demostrar que el pueblo “tiene vida”, asegura. Por medio de sus historias ha dado a conocer el mayor yacimiento del mundo de fósiles de trilobites enrollados, que ha supuesto la llegada de especialistas de todo el mundo. También la huella de Bécquer en un pasaje de “Cartas desde mi celda” o la iglesia del Salvador, en el mismo borde de la montaña, sobre roca.

Pero habitualmente realiza una labor promocional de las posibilidades que tiene su entorno, como segunda residencia y como enclave privilegiado para el senderismo. El barranco de Valcongosto, la GR-90, que sube al cuello de las estacas, la senda del cabezo… A todas ellas se adapta el cicloturismo, la escalada y el turismo de observación y naturaleza. “El contacto con la naturaleza es nuestro patrimonio más importante”, valora Ramiro Adiego.

Cuevas y  aves rapaces 

Una de las más significativas es la llamada “Barrancos de Purujosa”, un trazado circular que enlaza el barranco de Cuartún con el barranco de la Virgen a través del collado de Barrevinoso. El recorrido está dominado por las muelas calizas que se alzan entre los barrancos modelados por la acción del agua, por lo que el cronista avisa, “cuando lleva aguas altas es peligrosa”, pero “es la excursión familiar perfecta para ver las características esenciales de la vertiente meridional del Moncayo”, completa.

Desvío a Purujosa señalizado a la izquierda. Foto: Ramiro Adiego

La ruta parte del caserío y continúa a mano izquierda por el barranco de Cuartún hasta adentrarse en la cueva. “Es una gran sala compartimentada con la dimensión suficiente para albergar 1.000 cabezas de ganado”, indica Ramiro, poniendo en alza su valor biológico como paridera natural.

A continuación, la senda prosigue por el barranco de la Virgen, al inicio, con algo de agua y vegetación mediterránea, que se desvanece para dar origen a la caliza y el paisaje árido. Es aquí donde pueden vislumbrarse aves rapaces como buitres, alimoches y, ahora mismo, “acaba de instalarse un nuevo vecino, un quebrantahuesos”, destaca el cronista.

Finalmente, la ruta concluye junto al Pilón de la Virgen de la Leche, donde se inicia la subida hacia el pueblo pasando por el cartel indicativo de los dos barrancos que se ve al inicio. La duración es variable para Ramiro, que puede extenderse desde “una hora a toda una mañana”, dependiendo si es marcha deportiva u observación de la naturaleza. Se puede almorzar en el monte o en Casa Amadeo, que sirve a numerosos entusiastas de sus caminos.

Descenso al barranco de la Virgen entre Arces otoñales. Foto: Ramiro Adiego

“La primera vez que subí arriba al caserío, vi el acantilado sobre el que se asienta el pueblo. Por eso, en parte, mi blog se llama “El Nido de Águilas del Moncayo”, porque esa imagen me dio a entender que era un nido sobre la roca”, recuerda Ramiro Adiego, que unido a Calcena y Trasobares revelan la cara oculta del Moncayo.

Disfruta de Zaragoza caminando 

La ruta de los Barrancos de Purujosa es una de las trece propuestas senderistas repartidas por toda la provincia de Zaragoza lanzada por la DPZ apoyado por la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM). Senderos para conocer rincones sorprendentes, y muchas veces desconocidos, de los que disfrutar caminando.

Se han editado más de 10.000 folletos repartidos por las oficinas de turismo con todos los recorridos y, a través de la web de la FAM, pueden descargarse con toda la información individualizada de cada excursión y su track. Desde Aragón Digital, os iremos acompañando en cada sendero, para ir desgranando lo más destacado de cada ruta.

Los caminos son aptos para todos los públicos y van especialmente dirigidos a familias con niños y grupos de amigos. Y se elija la ruta que se elija siempre se aplican unas recomendaciones generales: respeta la naturaleza y el medio rural por el que camines; mantén el entorno limpio. Utiliza calzado adecuado y lleva siempre el equipo necesario: teléfono, agua… Sigue la ruta combinando las indicaciones del mapa, track o señalización; planifica tu ruta, avisa dónde vas y ante cualquier emergencia, llama al 112.