El Teatro Principal viaja este fin de semana con Pablo Carbonell en su nueva comedia “Blablacoche”. Cuatro desconocidos emprenden una odisea en blablacar hacia Cádiz. A cada uno le atañen diferentes motivos, pero todos se verán envueltos en la aparición de un peligroso asesino en serie. Dirigida por Ramón Paso y escrita por Eduardo Galán navegarán entre la risa y el thriller ante un público que se va a quedar con la boca abierta.
Se suman a este éxodo Soledad Mallol, Víctor Ullate-Roche, Ania Hernández y Luciana de Nicola, completos desconocidos entre sí, en una aventura de lo más inusual en estos tiempos. “Todos tenemos motivos que nos han llevado hasta allí, lo que no esperan es enfrentarse a ellos con un giro de guion criminal”, ha valorado su protagonista, Pablo Carbonell.
Sus protagonistas deberán enfrentarse a este homicida, en el momento en el que el thriller aborda íntegramente la trama. En un juego entre la intriga y el humor, los tópicos y lugares comunes tan reconocibles de la idiosincrasia española asaltan a los personajes en absurdos debates en torno al uso gramatical. A su vez, la inseguridad y soledad del viaje hacen saltar por los aires la crudeza de la condición humana.
“Nosotros colamos un coche en el escenario, pero el resto es del público, este es el milagro del teatro que hace volar la imaginación”, ha completado Carbonell. Los espectadores formarán parte de esta “road movie” en el que asumen el reto de transitar entre la comedia estilo cine mudo, los miedos y las crisis de pánico. “Esto es lo que nos pasa a todos, que tenemos mucha prisa. Es la sensación de estar en nuestro propio viaje”, ha aseverado el actor.
Desternillante comedia en la que se ha involucrado el intérprete andaluz, que continúa con el proyecto con Toreros muertos para el que ha anunciado bolos este verano. Entre loas a Javier Krahe, al que dedicará un disco doble, y agradecimientos a sus compañeros de función, el gaditano ha dejado retazos de su particular visión humorística y sobre el dolor que le espera a aquel que se atreva a adentrarse en este mundo. “Yo no puedo leer el Quijote porque me da mucha pena”, ha concluido el actor entre risas de los asistentes.
