Música, danza y palabra se funden en un canto al amor en el Teatro del Mercado

En este viaje a través de la emoción y el disfrute, la poesía toma un papel esencial.
photo_camera En este viaje a través de la emoción y el disfrute, la poesía toma un papel esencial.

“Amor en 20 poemas” es el nuevo espectáculo de la compañía Teatro Imaginario que llega al Teatro del Mercado desde este jueves 15 hasta el próximo domingo a las 19.00 horas. Su autor Alfonso Desentre, reciente premio Simón 2020 otorgado por la Academia del Cine Aragonés, regresa a la capital aragonesa y utiliza la poesía, la música y la danza para realizar un canto al amor, hilo conductor del espectáculo.

En este viaje a través de la emoción y el disfrute, la palabra toma un papel esencial. Con ella, la compañía propone un delicioso paseo por la mejor literatura en castellano del pasado siglo. Bécquer, Juan Ramón Jiménez o Gabriela Mistral hablan del dolor y del deseo, de todo tipo, y componen un texto en el que la belleza del lenguaje se revela como un delicioso placer para los sentidos.

De nuevo, como ya hizo en Poeta en Nueva York, en Últimas palabra de Charles Baudelaire o en Teruel Texas, Alfonso Desentre utiliza la poesía como lienzo sobre las tablas, que para el aragonés es “la palabra en libertad”, y en este caso eclética, mezclando la Iberoamericana y la española, para construir un espectáculo emancipado.

Alfonso Desentre es el autor y director del espectáculo y el bailarín Antonio Mozota “GaTTo” le acompaña en la danza aérea
Alfonso Desentre es el autor y director del espectáculo y el bailarín Antonio Mozota “GaTTo” le acompaña en la danza aérea

Se suma a la metáfora la música, “el río por donde discurre toda la obra”, ha indicado Desentre, y lo hace a través de la sonoridad de un violonchelo, “el instrumento más parecido a la voz humana”, asegura. A la alternancia de contrastes de los actores, con protagonismo para María José Pardo, se une la voz del “chelo” de Elva Trullén, que comprende adaptaciones de Bach, Schubert o Shostakovich.

Finalmente, la danza aérea incorpora un recurso escénico de excepción, “perfecta metáfora de lo inasible, sublima y frágil del sentimiento amoroso”, ha valorado el aragonés. En este apartado, el bailarín Antonio Mozota “Gato” dota al espectáculo de mayor vuelo y rigor artístico acompañando a los actores.

“Quizá la vida no tiene sentido pero el amor sí lo tiene, y yo creo firmemente en eso”, ha concluido el artista aragonés, añadiendo que “el amor está en todas partes, solamente hay que aspirarlo y apreciarlo, más aún en estos tiempos”.