Igor el Ruso: "Si hubiera querido matarlos, habría tirado a la cabeza, no a las piernas"

"Igor el Ruso", de la mano de dos agentes policiales hacia el juicio // Foto: EFE
photo_camera "Igor el Ruso", de la mano de dos agentes policiales hacia el juicio // Foto: EFE

Recuperar una biblia del coche fue el motivo por el que Norbert Feher disparó como “una metralleta” a los dos guardias civiles que lo descubrieron cuando estaba huyendo tras asesinar al ganadero José Luis Iranzo. Así lo ha declarado el criminal serbio esta tarde en el juicio por los crímenes que cometió el 14 de diciembre de 2017 en Andorra. Una declaración que no ha dejado indiferente a nadie y que ha vuelto a revivir los hechos de aquella oscura noche en la que ha repetido que no tenía intención de matar a los guardias civiles: “Si hubiera querido matarlos, habría tirado a la cabeza, no a las piernas”.

Este miércoles ha comenzado el juicio a Norbert Feher, conocido como “Igor el Ruso”, acusado por los delitos de atentado, robo con violencia, tenencia lícita de armas y el asesinato del ganadero José Luis Iranzo y los dos guardias civiles, Víctor Romero y Víctor Caballero. Las acusaciones particulares y populares son unánimes con la pena: la prisión permanente revisable. Esta tarde ha continuado el juicio al paramilitar de origen serbio que ha declarado dentro de una jaula de metacrilato por su elevada peligrosidad.

A pesar de su advertencia inicial, de que “solo declarará de este caso, pero no de otro”, Feher ha respondido a todas las preguntas que le han formulado la Fiscalía y las acusaciones. “Igor el Ruso” ha afirmado que entró en el Mas del Saso, propiedad del ganadero José Luis Iranzo, al ver que podía obtener alguna cosa que le valiera para continuar sobreviviendo en la serranía turolense. En su segundo allanamiento fue cuando se topó con su propietario y que, según ha defendido el acusado, “escuchó como si se cargara una pistola y que por eso le disparó”. Unos disparos “al aire” que acabaron con el ganadero y de los que Feher afirma que fueron “autodefensa”. Después le robó la furgoneta y se marchó al Mas del Zumino, donde guardaba el resto de sus pertenencias.

Allí se topó con sus próximas víctimas, los guardias civiles, Víctor Romero y Víctor Caballero, a los que Feher ha afirmado verse obligado a responder disparando porque guardaba una biblia en una mochila dentro de la furgoneta que había robado a Iranzo. “Igor el Ruso” ha alegado que tuvo que disparar “con un arma en cada mano, como si fuese una metralleta” a los agentes para rescatar la biblia afirmando que “el cuerpo no es más que un contenedor, y que el alma es lo más importante”. Aun así, ha negado su intención de asesinarlos, declarando que “si hubiera querido matarlos, hubiera tirado a la cabeza, no a las piernas”, así como que hubiera huido si hubiera dispuesto de la mochila con la biblia.

Uno de los abogados que defiende a la familia de Víctor Caballero, Ramón Castro, le ha preguntado por su sensación de amenaza en aquel momento basándose en un número sobre diez, a lo que el ha respondido que sintió un cinco. El abogado de la familia del guardia civil Víctor Romero, Jorge Piedrafita, le ha preguntado sobre las situaciones traumáticas que ha vivido, parte de la defensa de Feher, que podrían haber derivado en una “neurosis de guerra”. El acusado ha respondido que vivió los bombardeos de Serbia, en los que vio mucha gente morir alrededor “pero le hizo más fuerte”. Preguntado también por Piedrafita por una supuesta ansiedad que pudiese explicar la situación emocional de un supuesto estrés postraumático, Feher ha respondido que “la ansiedad es la enfermedad de los débiles, no de él”.

Hasta 23 identidades falsas

La defensa de la viuda de Víctor Caballero, Mariano Tafalla, ha interrogado al acusado sobre si pertenecía a una banda organizada, delito del que esta defensa lo acusa. Feher ha afirmado que conoce a personas en Italia que estarían en bandas delictivas, también ha llegado a admitir que posee hasta 23 identidades falsas.

“Igor el Ruso” ha afirmado haber recibido formación paramilitar “no gubernamental” y que, “debido a su naturaleza, siempre está alerta, 24 horas al día”.