España tiene que hacer deberes

El salvavidas europeo de 750.000 millones de euros para evitar el hundimiento de la economía europea ha sido uno de los logros más importantes en la historia de la Unión Europea (UE). Sucede que, aunque Europa ha hecho un esfuerzo titánico por movilizar recursos y salir al rescate de los socios, el dinero siempre tiene un precio y Bruselas no quiere que las ayudas sirvan solo para “tapar agujeros”. Las transferencias y los créditos deben ir unidos a reformas profundas que sirvan a los Estados miembros no solo para crecer, si no para crecer mejor. El esfuerzo que ha de hacerse tiene que revertir en la modernización de la economía, en la inversión y crecimiento de sectores que reduzcan nuestra dependencia del turismo. Y el gobierno cree que para ello será clave la cooperación entre el sector público y el privado.

Lo cierto es que, de la buena utilización de estos fondos, movilizados en un tiempo récord y en cantidades nunca antes vistas, dependerá que España vuelva a la senda del crecimiento en la que estaba antes de la pandemia, y sobre todo que aproveche la oportunidad para hacer cambios profundos en la economía.

Pero no solo España: también la UE debe asumir esta prueba, esta crisis, como una oportunidad para reforzar su papel en el mundo, frente a la competencia que ejercen EE.UU. y China.

Jesús Martínez Madrid