Jueves Santo y Lunes de Pascua. Dos fechas tradicionalmente señaladas en el calendario español pero jamás identificadas con el mundo del fútbol, serán decisivas para el Real Zaragoza. El Jueves Santo, los blanquillos recibirán al Cartagena, y cuatro días más tarde, viajarán a Fuenlabrada.
Es más que sorprendente encontrarse dos partidos de fútbol en estas fechas, pero con la deriva de la Liga de Fútbol Profesional, ya nada es asombroso. Ni siquiera jugar dos días de Semana Santa, algo impensable desde que el fútbol es fútbol. Pero como así lo manda la LFP, al Real Zaragoza le toca acatar órdenes y sacar esos dos encuentros adelante.
El Cartagena visita La Romareda con la temporada en juego. Ocupa el penúltimo lugar de la tabla clasificatoria y llega ahogado al municipal. Tan solo ha sumado dos puntos en sus últimos cuatro partidos, correspondientes a dos empates. La victoria es fundamental para dejar definitivamente atrás a los murcianos y acercarse al Lugo. De hecho, si pierden los gallegos, les superarían en puntuación.
Igual de trascendente es viajar a Fuenlabrada y volver con tres puntos más bajo el brazo. Estos cuentan con una posición tranquila, ocupando el puesto decimotercero. Ganando el partido intersemanal se irían hasta los 42 puntos, con todo lo que implica en esta temporada tan atípica. A falta de doce partidos, porque deben jugar este lunes, su salvación estaría garantizada salvo imprevisible catástrofe.
A pesar de que la salvación no apunta a encontrarse en los 50 puntos, los maños deben alcanzar esta cifra cuanto antes para tenerla garantizada. Ahora mismo suman 34, por lo que deben obtener 16 más para garantizar sí o sí un año más en la segunda categoría del fútbol. Además, deben hacer bueno el punto obtenido en Logroño. Y así, los maños darían un paso más hacia el objetivo definitivo de salvar la campaña y comenzar un proyecto cercano al ascenso.
