El Acuario de Zaragoza reabre sus puertas al público el próximo 27 de marzo después de un último año “sin apenas visitantes”. No obstante, desde el Acuario remarcan que “no hemos estado parados, ya que el equipo de biología y mantenimiento han seguido trabajando, desarrollando mejoras, reformas y modificaciones en muchas de las instalaciones”.
A partir del 27 de marzo, el público podrá disfrutar de nuevos recintos y animales, como la instalación de cocodrilos amazónicos, la de la tortuga de caparazón blando de más de un metro de longitud, el nuevo tanque de guramis gigantes (unos peces “muy inteligentes” que ahora podrán ser disfrutados más de cerca), y un largo etcétera que “esperamos que cumplan las expectativas de los visitantes”.
Estos cambios vienen determinados por dos causas principales. La primera de ellas es la búsqueda de una mejora en el bienestar de los animales y en la exhibición de los mismos. Por otro lado, la segunda radica en disponer de una mejor herramienta educativa que permita transmitir mejor y de forma más eficaz la importancia de salvaguardar la biodiversidad del planeta.
El Acuario de Zaragoza es el acuario fluvial más grande de Europa y cuenta con casi 6.000 ejemplares de unas 350 especies distintas. Se trata de un centro de educación que tiene como objetivo y misión la formación y educación para la conservación de la biodiversidad.
Después de un año 2020 en el que las visitas cayeron un 80% y los ingresos un 85%, “esperamos y deseamos que esta reapertura nos permita volver a ser un referente de educación para la conservación de Aragón, y volver a recibir las 120.000 visitas y 15.000 escolares que todos los años solían visitar nuestras instalaciones”.
El Acuario de Zaragoza cuenta con un plan de contingencia específico para la lucha contra la Covid basado en ventilación continua de las instalaciones, desinfección con viricida, acceso a hidrogeles en diferentes puntos, señalización y reducción de aforos en zonas comunes o pago preferente con tarjeta bancaria, entre otros factores.
