Opel retomará la actividad este domingo tras una semana parada por falta de componentes

Este problema no afectó solo a la fábrica zaragozana, ya que gran parte de la industria automovilística europea también ha tenido que parar por la falta de estos chips
photo_camera Este problema no afectó solo a la fábrica zaragozana, ya que gran parte de la industria automovilística europea también ha tenido que parar por la falta de estos chips

La planta de Opel en Figueruelas volverá a la actividad en el turno de noche de este domingo tras una semana sin poder operar por los problemas de suministro de componentes procedentes de países asiáticos. Se retomará así la producción en ambas líneas, confiando en que lleguen las piezas necesarias para no volver a parar por estas circunstancias.

El problema por falta de componentes, unos semiconductores electrónicos muy utilizados en la actualidad en multitud de productos, obligó a parar el trabajo el pasado domingo, y, desde entonces, no ha podido regresar a la actividad habitual. No obstante, desde la factoría no se atreven a dar plazos para garantizar la producción.

Este problema no afectó solo a la fábrica zaragozana, ya que gran parte de la industria automovilística europea también ha tenido que parar por la falta de estos chips. Y es que la alta demanda mundial de ordenadores, móviles, tablets, e incluso la nueva PlayStation5 está provocando que el mercado no dé abasto para producir todos los semiconductores necesarios.

Desde la planta confiaban en el 2021 para regresar a las cifras de producción preCovid. No en vano, de Figueruelas salieron más de 471.000 automoviles en 2019 y para 2020 se preveía ensamblar más de 520.000 vehículos, pero la irrupción de la pandemia tumbó estos datos. Actualmente, la planta produce los dos modelos del Corsa, tanto el eléctrico como el de combustión, el Crossland X y el C3 Aircross.

De hecho, confiaban en que la reciente creación de Stellantis, fruto de la fusión entre PSA y Fiat, suponga un espaldarazo para Figueruelas, reconociendo el trabajo y esfuerzo que han realizado los trabajadores en los últimos años, incluyendo una congelación salarial durante cuatro años aprobada en el último convenio.