Solemos pensar que el hablante propone y la Academia dispone, pero no siempre es así. Por ejemplo, ¿debe decirse, la cliente o la clienta, la regente o la regenta, el juez o la jueza, la presidente o la presidenta? ¿Qué opina el lector?

¿En qué quedamos, la juez o la jueza?

Solemos pensar que el hablante propone y la Academia dispone, pero no siempre es así. Por ejemplo, ¿debe decirse, la cliente o la clienta, la regente o la regenta, el juez o la jueza, la presidente o la presidenta? ¿Qué opina el lector?

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Es norma que los participios de presente y los adjetivos acabados en “ante” y “ente”, cuando funcionan como adjetivos, mantengan la terminación en “e” para el femenino, pero, cuando se usan como sustantivos, mudan la “e” por “a”. De modo que es correcto decir “cuarto creciente” y no “luna crecienta”. Pero “una asistenta” y “una parienta” se admiten, en femenino, por tratarse de sustantivos.

Otra cosa es que sean necesarios vocablos como “asistenta”, “parienta”, “jueza”, “fiscala” o “clienta”. Necesarios, necesarios no lo son, pero si se divulgan y se popularizan, el uso acaba dictando la norma. Se trata de vulgarismos, pero entiéndase bien, también son vulgarismos “amigo” y “agua” surgidos de “amicus” y aqua”.

En resumen, no es incorrecto “jueza, clienta o generala”. Las lenguas se han ido fundiendo en el crisol del tiempo, a través del uso y de la costumbre. El DRAE dice de “vulgar”: aplícase a las lenguas que se hablan actualmente, en contraposición de las lenguas sabias.