Un buen Huesca se va de vacío del Pizjuán y se hunde en la última posición (1-0)

Rafa Mir no logró perforar la meta de Bono. Foto: S,D. Huesca
photo_camera Rafa Mir no logró perforar la meta de Bono. Foto: S,D. Huesca

Luchó por todos los medios el Huesca para no irse de vacío del Sánchez Pizjuán, pero no pudo hacerlo ante un Sevilla que no fue superior. Bono, su guardameta, fue el mejor de los andaluces, algo muy significativo de lo que fue el encuentro. Sin embargo, la derrota hunde a los altoaragoneses en la última posición y urge vencer para apurar las opciones de salvación.

Se medía el Huesca a un Sevilla con caras poco habituales. Pacheta salía con tres centrales al césped del Sánchez Pizjuán. La portería era para Álvaro, con Gastón Silva, Pulido y Siovas en el centro de la defensa. Los carriles eran para Maffeo y Javi Galán. En el centro del campo, Dumbia con Seoane y Mikel Rico a los lados. Arriba, Rafa Mir y Okazaki. En el Sevilla, a pesar de los cambios, se podía ver a Papu Gómez, Rakitic o Diego Carlos.

Apenas se habían cumplido cinco minutos cuando Rafa Mir vio adelantado a Bono y probó fortuna desde medio campo. A punto estuvo de colarse el cuero. Las malas noticias llegaban para el Huesca con la lesión de Gastón Silva, teniendo que entrar Insua. Era entonces cuando el Sevilla le ponía salsa al encuentro, y tras un jugadón de Papu, Óliver Torres remataba un esférico que por poco se cuela en la meta de Álvaro. Otra vez Papu disparaba en el 18 y Álvaro lograba atajar en dos tiempos.

Poco a poco, la igualdad volvía a reinar entre ambos equipos. La mejora del Huesca era palpable, pero el Sevilla está muy en forma. Munir se iba sin problema de Insua y, cuando debía dejársela a Oliver Torres, golpeaba desde fuera del área por fortuna para los oscenses. Resistía el Huesca a la media hora de juego.

De ahí al final de la primera mitad, el Sevilla era quien dominaba el juego, aunque el Huesca lograba ejecutar algún contrataque. La más clara la tuvieron los andaluces en el 45, cuando tras un mal despeje de Pulido, Álvaro debía lucirse al máximo y salvar a su equipo. Así se llegaba al descanso, con un conjunto local que dominaba el partido pero no podía adelantarse por la solidez oscense.

Mala suerte en la segunda mitad

Era el minuto 49 cuando a punto estuvo Pulido de costarle otro disgusto a su equipo. El central regalaba el cuero a Papu Gómez, que se iba directo a la portería de Álvaro. Sin embargo, Siovas consiguió aguantarle hasta que se dispuso a chutar, que fue cuando metió la pierna para enviarla a córner. Sin embargo, sería en el 56 cuando el Sevilla iba a abrir la lata. Aleix Vidal filtraba el pase a Óliver Torres, que desde línea de fondo ponía el balón al punto de penalti y Munir remataba de cabeza para poner el 1-0.

Para remontar, Escriche y Ferreiro entraban saltaban al césped, y para aumentar la renta, el Sevilla daba entrada a En Nesyri. Entre tanto, cerca estuvo Javi Galán de ver la roja por una dura entrada sobre Aleix. Era el Sevilla el que dominaba el partido, y aunque vencía por la mínima, contaba con opciones para matar el choque.

Sin embargo, el Huesca pudo empatar, y cuando se entraban en los últimos 10 minutos, apretaban con fuerza. Maffeo ponía un centro que remataba Rafa Mir y Bono hacía la parada del partido para evitar el empate. Se volvía loco el choque, y Javi Galán salvaba un remate de En Nesyri desde el área pequeña a pase de Joan Jordán. Volvía el Huesca a hablar sobre el terreno de juego, y esta vez Bono repelía el disparo de Seoane.

Corría el minuto 87 cuando el arquero sevillista se volvía a vestir de héroe de la ciudad. Primero un remate de Sergio Gómez con todo a favor, y después, Rafa Mir la empujaba. Cuando se cantaba el gol, otra vez Bono, desde el suelo, salvaba el 1-1. El Huesca se desesperaba, pero no podía perforar la meta sevillista en un partido clave.

Moría el encuentro con un Huesca que no pudo rascar ni siquiera un empate, a pesar de que hizo méritos de sobra para lograrlo. La derrota implica hundirse en la última posición de la tabla y gastar una nueva bala para acercarse a la zona de salvación. Toca levantar la cabeza y pensar en el encuentro vital ante el Granada.