Las circunstancias actuales han acelerado una tendencia que ya veníamos observando durante los últimos años, y la recomendación de digitalizar al máximo una empresa se ha convertido en prácticamente una obligación. Precisamente debido a esta necesidad, hace unas semanas hablábamos sobre las 3.000 empresas que reciben ayudas directas para la digitalización y para medidas de protección.
La digitalización de la mayoría de empresas aragonesas implica un proceso de transformación que debería haberse prolongado durante las próximas décadas y que, sin embargo, tendrá que suceder de una manera más abrupta.
Hace unos días, tuvo lugar un webinar en el contexto aragonés organizado por El Periódico de Aragón y en el que participaron cuatro representantes de entidades que están sumergidas en el proceso digital: la banca, con Nacho Torre, director de Marketing y Estrategia Digital de Ibercaja; el deporte, con Iñaki Alzorriz, Senior Director Platform Engineering de Adidas; la seguridad del hogar, con Ignacio Aller, director comercial de Movistar Prosegur Alarmas; y el emprendimiento, con Andrés Padilla, director de Nuevos Negocios de Telefónica España.
En este evento, se destacó precisamente una aceleración del proceso de digitalización, y especialistas como Nacho Torre señalaron que se habían producido avances en tres meses que estaban pensados para implementarse en años.
En lo que respecta a la seguridad en el hogar, un ámbito novedoso y en pleno crecimiento, Ignacio Aller admitía que España todavía estaba un poco por debajo de otros países, como Inglaterra o Francia, contando con la mitad de penetración que pueden tener este tipo de mercados. La manera en la que se implementarán avances en la seguridad de las personas que no están en sus casas, pero también la seguridad de su vida virtual, en sus vehículos y en sus dispositivos, responderá a la misma tendencia digitalizadora que necesita implantarse en el resto de sectores.
Lo cierto es que existen diversos ejemplos novedosos que pueden servir de modelo a la hora de analizar diferentes formas de digitalizar una empresa, e incluso los servicios que esta compañía ofrece a los usuarios. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los juegos de casino, como el póker o la ruleta online. El sector del juego no solo ha aprovechado la tesitura tecnológica que vivimos para ofrecer sus servicios de manera digital y online, sino que los ha optimizado y ha ampliado drásticamente en su oferta, provocando un crecimiento de la industria y un aumento drástico de los usuarios.
Otro ejemplo lo constituye el sector de la enseñanza, donde vemos cómo cada día se crean más universidades que fundamentan sus estudios en una metodología no presencial y a través de internet. El e-learning no solo ha permitido que la oferta de titulaciones crezca drásticamente, sino que aquellos estudiantes con situaciones poco o nada compatibles con una formación universitaria presencial ahora pueden disponen de un elevado número de alternativas.
Por último, cabe destacar lo que el teletrabajo, en general, ha reportado a un sinfín de empresas y trabajadores durante los últimos meses. Las empresas no solo pueden hacer que descienda drásticamente su gasto en cuestiones como alquileres, luz, agua y otros gastos relacionados con el uso de oficinas o establecimientos, sino que pueden optimizar el trabajo de sus empleados y, por su parte, los trabajadores suelen disfrutar de más horas de ocio debido, por ejemplo, a la ausencia de desplazamientos.
Cabe destacar que el teletrabajo conlleva ciertos inconvenientes y, aquellos que teletrabajen durante largos periodos de tiempo deben convertir su vivienda o, al menos parte de ella, en un entorno de trabajo adecuado. Esto permitirá optimizar el tiempo y no sufrir algunas de las consecuencias derivadas de, por ejemplo, malas posturas, una mesa de trabajo inadecuada, la ausencia de una rutina, una luz poco apropiada o un nivel de ruido ambiental demasiado alto.
La digitalización de sectores como el ocio, la enseñanza, la seguridad o la banca constituyen ejemplos de modelos de digitalización que, más pronto que tarde, acabarán teniendo que aplicar prácticamente todo tipo de empresas.
