El Huesca deberá imitar la segunda vuelta del Real Zaragoza de Manolo Jiménez para salvar la categoría

El Huesca se medirá al Villarreal este fin de semana. Foto: SD Huesca
photo_camera El Huesca se medirá al Villarreal este fin de semana. Foto: SD Huesca

Tras caer este miércoles en Getafe, la Sociedad Deportiva Huesca finalizó la primera vuelta del campeonato liguero con un total de 12 puntos, tras haber ganado únicamente uno de los 19 duelos que ha disputado, lastrando el elevado número de empates conseguidos por los altoaragoneses (nueve, el que más de la categoría). Los pobres resultados dibujan un horizonte nada halagüeño para los oscenses, ya que solo hay un precedente de un equipo que se salvase tras llegar al ecuador del campeonato con tan pocos puntos desde que la Primera División se celebra bajo el formato actual: el Real Zaragoza de la temporada 2011/12, bajo la batuta de Manolo Jiménez.

Ese año, la mala racha se llevó por delante a Javier Aguirre en la jornada 17, que había comenzado la temporada en el banquillo zaragocista tras salvar agónicamente al equipo en el último partido ante el Levante la campaña anterior. Su puesto lo heredó Manolo Jiménez, que terminó bailando una jota en la plaza del Pilar, tal y como prometió, tras salvar al equipo en Getafe (0-2). 31 puntos en la segunda vuelta lo hicieron posible, una hazaña que el Huesca deberá emular (o al menos acercarse) si quiere seguir jugando con los grandes el próximo año.

Haciendo el paralelismo con los oscenses, Pacheta relevó a Míchel a la conclusión de la penúltima jornada antes del ecuador. El vallecano abandonaba el club con un bagaje claramente insuficiente y el equipo hundido en la última posición de la tabla, una situación crítica para la que el nuevo técnico, al menos de momento, todavía no tiene solución. El Huesca caía de nuevo ayer, precisamente en el mismo escenario donde el Real Zaragoza había certificado el milagro unos años antes.

Los blanquillos terminaron la temporada con 43 puntos, aventajando en dos unidades al primero de los equipos que acabó descendiendo, el Villarreal. Se trata de una heroicidad y de un precedente histórico, en el que los de Pacheta deberán fijarse si quieren mantenerse con opciones. Es complicado, pero a pocos kilómetros de la capital altoaragonesa está la prueba de que es posible. La primera piedra de toque será este fin de semana ante el Villarreal en El Alcoraz, y después le seguirán el Valladolid, el Real Madrid y el Sevilla.