La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, María Victoria Broto, se ha mostrado “partidaria” de modificar la ley para exigir que los trabajadores de residencias estén vacunados contra la Covid-19. Según los datos del Ejecutivo, unos 2.300 empleados rechazaron la vacuna pese a pertenecer al colectivo prioritario, aproximadamente el 20% de los trabajadores del sector.
No obstante, Broto ha rechazado que se utilicen a estos 2.300 trabajadores para culpabilizar a todo un colectivo que considera “verdaderos héroes” en la lucha contra la pandemia. “No me gustaría que el hecho de que algunas personas decidan no vacunarse sirva para culpabilizar a un sector que lo ha hecho fenomenal. Al final, estoy convencida de que se van a vacunar, y debemos ayudar a que se vacunen. La sociedad se debe inmunizar, y ellos son parte de la sociedad”, ha remarcado.
La responsable del ramo ha realizado estas declaraciones durante la jornada de vacunación en la Residencia Romareda. Allí, Emilia Nájera, de 80 años, Manuel Cebolla, de 84, y Carmen Emetérea García, de 81, los tres primeros en recibir la vacuna el 27 de diciembre, junto a los trabajadores María Sanz y Fernando Artal, tienen ya la segunda dosis y están mucho más cerca de ser inmunizados contra la Covid-19. “Todo el mundo debemos vacunarnos para salvarnos, por nosotros, por nuestras familias, por nuestros nietos y por todos”, ha dicho Emilia Nájera tras recibir el pinchazo.
Las personas vacunadas este martes en Romareda se suman a los 231 residentes y trabajadores de residencias de Aragón que ya cuentan con la inmunización completa. Está previsto que esta semana esta misma situación se alcance en 50 centros residenciales y 2.000 personas. Paralelamente, sigue la administración de la primera dosis, que está a punto de completarse (esta semana se inocula en 57 centros), y que han recibido ya 22.020 residentes y trabajadores de residencias de Aragón.
Pese a ello, tanto la consejera Broto como los responsables de la residencia han hecho especial hincapié en mantener las medidas de seguridad sanitaria en los centros. “Dentro de unas semanas podremos decir que el centro está inmunizado y esto nos da una sensación de cierta tranquilidad que no será completa hasta que no esté inmunizada toda la población”, ha recalcado Cristina Serrano, la directora de la Residencia Romareda, que ha llamado a la responsabilidad. “De nada servirán los esfuerzos realizaros por vacunar a nuestros mayores si nuestras acciones individuales son irresponsables y contribuyen a un colapso en los servicios sanitarios y de las ucis. Necesitamos un sistema de salud sano, capaz de atender a las circunstancias sanitarias cotidianas y unos profesionales fuertes y sin sobrecarga de trabajo”, ha asegurado.
