Imaginarium plantea un nuevo ERE y pide solicitar un concurso de acreedores

Imaginarium ha planteado al Comité de Empresa un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) entre sus trabajadores apenas cuatro meses después del último que se cerró sin acuerdo con la salida de 105 trabajadores. Afectará a todos los centros que mantiene la empresa, tanto a personal de tiendas como de oficinas, teniendo en cuenta que la sección de logística se cerró en el ERE de agosto.

Por el momento, todavía está pendiente de concretar el número de salidas y cierre de tiendas, ya que estaba previsto que esta información se trasladara a los sindicatos tras la campaña de Navidad. Además, según ha afirmado la secretaria general de CCOO Servicios, Marta Laiglesia, hay otras franquicias que han decidido cerrar, lo que afecta al personal de oficinas.

Asimismo, el Consejo de Administración de Imaginarium va a proponer la solicitud de un concurso voluntario de acreedores ante las deudas que ahogan a la sociedad. Así lo recoge el orden del día de la convocatoria de la próxima Junta Extraordinaria de Accionistas, que tendrá lugar el próximo 28 de enero, y donde también se examinarán las cuentas de la compañía a 31 de agosto.

En concreto, esas cuentas reflejan unas pérdidas de casi 13 millones de euros en los siete meses del ejercicio fiscal de 2020, tres millones más que en el último ejercicio completo, que finalizó el 31 de enero. De hecho, en febrero, antes del estallido de la pandemia, el Consejo de Administración autorizó a los responsables de la sociedad a solicitar el concurso voluntario de acreedores al entrar en un “problema de liquidez” durante este año.

Igualmente, el orden del día también recoge la propuesta de una “Operación Acordeón”, que consistiría en la reducción del capital social a cero euros, mediante la amortización de la totalidad de las acciones de la sociedad, y una simultánea ampliación de capital por un millón de euros, con la emisión de acciones a un euro cada una. Con ello se pretende “compensar pérdidas” y “restablecer el equilibrio patrimonial de la sociedad”, según recoge el texto de convocatoria a los accionistas.

Tras el último ERE, que los sindicatos impugnaron en el juzgado, Imaginarium se quedó con unos 185 trabajadores, cuando en 2015 contaba con más de 800. A partir de entonces, las pérdidas económicas y la sombra de la quiebra técnica obligaron al empresario Félix Tena a vender la compañía al costarricense Federico Carrillo, pero las perspectivas no han mejorado en absoluto. “Nos hablaban de un plan de futuro, pero no era viable ni estaba bien argumentado. Hablaban de hacer propaganda en dentistas infantiles, fenomenal, pero tienen un montón de impagos de rentas de alquileres en tiendas abiertas”, remarcaba Laiglesia tras las negociaciones del pasado verano.