El Casademont Zaragoza ha vuelto a las andadas. Después de lograr tres triunfos consecutivos que ilusionaron a la marea roja, los de Sergio Hernández muestran otra vez la cara negativa. Esta vez los aragoneses no pudieron con el Falco húngaro, y tras un final de partido que evidenció las carencias de los maños, sucumbieron. Deberán sellar su pase a la siguiente ronda la noche de Reyes.
A punto estuvieron también de perder el basketaverage con este rival directo por la clasificación, todavía indefinida para el conjunto zaragozano. Otra mala noticia es que Justiz parece haber realizado sobreesfuerzos durante este tiempo. Después de casi un año sin pisar la cancha, el cubano debe ir entrando más suave, porque ahora se ve con una sobrecarga muscular.
Es curioso que los del “Oveja” liderasen el encuentro hasta entrado el tercer cuarto, donde parece que se desentendieron del choque. El marcador presentaba un esperanzador 49-56 que al final de este tiempo se reduciría a 70-72. Sería en el último acto cuando se produciría el desplome definitivo. El acierto local y la el caos defensivo provocaba que, con dos triples, se llegase a 90-84. Al final del choque se quedó en 94-86.
No iba a ser fácil vencer el encuentro con estos problemas defensivos. Es una problemática que se lleva arrastrando durante toda la campaña y que no parece tener fácil solución. Sin embargo, la buena noticia es que los de Sergio Hernández mantienen intactas las posibilidades de clasificarse.
El próximo choque llega este domingo en casa, ante el Baskonia. No es la plaza más sencilla para torear, pero hay una clara obligación de sumar un triunfo. Los vascos se aúpan actualmente a la cuarta plaza, y están completando una brillante campaña. Será un choque complicado, pero el triunfo es trascendental para revertir la mala situación.
