La Dirección de Ibercaja y el Comité de Empresa han alcanzado un acuerdo para el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que se ha cerrado con un máximo de 750 despidos y el cierre de 199 oficinas. Tras un mes de conversaciones y dos jornadas maratonianas de negociaciones, que finalizaron pasada la medianoche, el acuerdo ha contado con el visto bueno del 78% de la representación sindical, CCOO, Apeca, ACI y Asipa, y el rechazo por parte de UGT.
Así, a falta de la ratificación por parte de los correspondientes órganos de gobierno y las asesorías jurídicas, se ha alcanzado un punto de acuerdo que contempla la voluntariedad mediante salidas dignas, la minimización de los efectos de la movilidad geográfica y garantía de empleo para los trabajadores que continúen en la entidad financiera, sobre los que tampoco recaerá ningún coste.
Desde CCOO, que ostenta la mayoría sindical, han expresado que estas condiciones “cumplen” con “todos los objetivos” que se plantearon al inicio del proceso, lamentando la “pésima actuación” de Ibercaja en una negociación “que podría haberse resuelto mucho antes”, han expuesto desde el sindicato.
Estas negociaciones comenzaron en noviembre después de que ambas partes tuvieran que detener las conversaciones iniciadas a principios de año por la expansión del coronavirus. Entonces, Ibercaja propuso la salida de 550 trabajadores y el cierre de 160 oficinas en todo el país, una cifra similar al ERE que se acordó en mayo de 2017. Ahora, las cifras acordadas suponen un importante incremento con respecto al planteamiento de febrero.
