Desavenencias conyugales

Las desavenencias en el seno de la coalición de Gobierno, motivadas por la política social, no dejan de ser en realidad las consecuencias naturales de un matrimonio de conveniencia en el que el tiempo no consigue que surja el amor sino las posturas políticas de cada cual.

Si las desavenencias las vas afrontando según van llegando, no crean problemas que no se puedan resolver con voluntad y ocultar en público tras una bonita pose conyugal , pero su acumulación y aceptación en el tiempo provocan una reacción explosiva que evita que revientes tú pero no que reviente la relación y que no habrá pose ni voluntad que las pueda arreglar pues su solución pasa por cesiones importantes que no aguantarán las familias de los cónyuges, y de otros consejeros matrimoniales menos independentistas e interesados.

A buen seguro la selva política permanecerá expectante a la espera de un resquicio por donde, dividiendo para triunfar, sacar partido de este incipiente desamor que, junto con el difícil momento sanitario y económico que sufre el país , podría desembocar en desencuentros íntimos más graves que los que a buen seguro ya minan desde hace tiempo la relación. Una relación tocada no necesita de motivos para discutir, solo de excusas para terminar.

Luis Cabaneiro Santomé